Este último año ha sido transformador por mil razones. Pero una de las formas en que hemos experimentado la pandemia, ha sido con una relación en evolución con la forma en que nos relacionamos con los alimentos y las marcas de alimentos regenerativas.
Nos ha hecho reflexionar sobre cómo podría ser un futuro radicalmente mejor para los alimentos, y cómo las marcas pueden ayudar a hacerlo realidad.
La confluencia de una pandemia sanitaria, un levantamiento por la justicia social y racial así como las amenazas del cambio climático nos hacen pensar en el papel que desempeña la comida en nuestras vidas y en cómo podríamos diseñar las economías alimentarias, los sistemas alimentarios, las culturas alimentarias y, en última instancia, las empresas alimentarias para servir mejor a la humanidad y nutrir nuestro planeta.
Raphael Bemporad, socio fundador de BBMG.
Junto con GlobeScan, BBMG —consultoría de marca e impacto social— ha publicado «Radically Better Food: 4 Imperatives For Regenerative Brands», un estudio de 1,000 consumidores estadounidenses —además de un grupo de discusión de 100 consumidores centrados en la alimentación y entrevistas en profundidad con líderes de marca y expertos del sector— que muestra cómo las marcas de alimentos sostenibles son más relevantes que nunca, especialmente con la próxima generación.
Marcas de alimentos regenerativas
De acuerdo con Sustainable Brands, según el informe, el 59% de los menores de 30 años tienen en cuenta a menudo o siempre el grado de responsabilidad de una marca a la hora de elegir alimentos y bebidas, frente a sólo el 41% de los mayores de 30 años.
Sin embargo, a pesar del creciente deseo de alimentos sostenibles y saludables, no siempre es fácil acceder a ellos o permitírselos. Y con temas como la agricultura regenerativa, las proteínas sin animales y el diseño circular liderando las conversaciones en torno a los productos alimentarios sostenibles…
El 73% de los consumidores estadounidenses cree que las marcas deberían proporcionar información clara a los consumidores sobre cómo se ha fabricado un producto, quién lo ha hecho y qué contiene.
4 imperativos: marcas conscientes, aditivas y vivas en la cultura
Con los cambios en los hábitos alimentarios, las cadenas de suministro y los niveles de acceso a la nueva información, los consumidores de hoy reconocen la necesidad urgente de cambiar su forma de comer.
Para hacer frente a la urgencia de este momento, Radically Better Food esboza cuatro imperativos para las marcas de alimentos regenerativos: marcas conscientes, aditivas y vivas en la cultura.
1. Hacer que la fuente sea relevante
Con la expectación que despiertan categorías de alimentos como los de origen vegetal, los reciclados y los cultivos celulares, las marcas deben ser transparentes en cuanto a los orígenes del viaje de un producto para desmitificar las nuevas innovaciones y ganarse la confianza del consumidor.
Tienen la oportunidad de elaborar historias que se basen en las necesidades y prioridades humanas para que los consumidores apoyen mejores prácticas de abastecimiento y producción.
2. Hacer accesible una mejor alimentación
Al 78% de los consumidores estadounidenses les gustaría cambiar su estilo de vida para ser más respetuosos con el medio ambiente, reduciendo su impacto en el entorno y el clima.
Pero aunque el deseo de los consumidores de llevar un estilo de vida más sostenible crece, comer de forma más sostenible sigue estando fuera de su alcance, especialmente para las poblaciones con bajos ingresos y las que se encuentran en desiertos alimentarios.
El 55% de los consumidores afirma que la mejor manera de que las empresas les ayuden a vivir de forma más saludable y sostenible es «fabricar productos y servicios más asequibles que sean mejores para las personas y el medio ambiente».
Las marcas deben trabajar incansablemente para eliminar las barreras de precio, variedad y geográficas para garantizar que los alimentos frescos y más saludables sean accesibles para todos.
3. Hacer accesible una mejor alimentación
Los nuevos niveles de acceso a la información y los diferentes hábitos culinarios que se han formado en el último año han transformado la forma en que los consumidores eligen los alimentos.
Ahora, están más deseosos de conocer la responsabilidad y el impacto medioambiental que hay detrás de los productos alimentarios antes de comprarlos. Las marcas que satisfagan el deseo de flexibilidad y autonomía de los consumidores se ganarán su cariño y lealtad.
4. Hacer que el consumo sea circular
Los consumidores estadounidenses están preparados para un sistema alimentario menos derrochador y más circular. El 84% considera que los residuos de plástico de un solo uso en el medio ambiente son un problema grave, y el 74% quiere reducir sus residuos alimentarios.
Los consumidores también están volviendo a conectar con el origen de sus alimentos y se inclinan por marcas que apoyan ecosistemas agrícolas y de producción saludables y equitativos.
Las marcas tienen la oportunidad de crear un impacto a lo largo de todo el recorrido de los alimentos, desde la distribución hasta el consumo, pasando por los residuos y más allá.
Para lograr un cambio radical, los líderes de las marcas deben unir los nuevos sistemas alimentarios y las historias para inspirar nuevas normas, nuevas expectativas y nuevas posibilidades en conjunto.
Raphael Bemporad, socio fundador de BBMG.