Los europeos devoran 1,58 kg de carne por semana, lo que tiene graves efectos sobre el clima. Entre los europeos, los franceses son los sextos mayores consumidores de carne, con 83 kilos al año por persona. En comparación, los españoles comen más de 100 kilos de carne, mientras que los búlgaros solo comen 58 kilos.
La revista médica líder mundial, The Lancet, recomienda que en 2050, las personas deben consumir un máximo de 300 gramos de carne por semana, tanto por razones de salud como climáticas.
La revista argumentó que una dieta predominantemente vegetariana también alimentará a 10 mil millones de personas, por lo que escribió que:
Una dieta rica en plantas y semillas tiene beneficios reales para la salud y el clima.
La ONG Greenpeace llega a proponer una ley que apunta a una reducción del 70% del consumo de carne para 2030, acompañada de una reducción del 80% para 2050.
Una dieta que daña al medio ambiente
Los europeos consumen una gran cantidad de leche y carne en comparación con el promedio mundial, y comen el doble que el resto del mundo. Esta dieta tiene graves consecuencias para el clima debido a las emisiones de metano del ganado. Además, el ganado también emite emisiones de CO2 de los cereales que comen.
Cuando se trata de soja importada de América del Sur, un cereal cuyo cultivo es en gran parte responsable de la degradación de la selva amazónica, el equilibrio de carbono de los productos lácteos y cárnicos se dispara.
No hay soluciones concretas a nivel de la UE
Sin embargo, en la estrategia propuesta por la Comisión Europea «de la granja a la mesa», el ejecutivo de la UE solo reconoce la sobreproducción y el consumo excesivo de carne y productos lácteos, pero no propone ninguna solución concreta.
Según un informe publicado por la Sociedad Ecológica Británica el domingo (8 de marzo) y respaldado por 36,000 científicos, la Política Agrícola Común (PAC) actual se está utilizando en favor de la agricultura que optimiza los rendimientos, a expensas de la biodiversidad y el medio ambiente, pero también del clima.
Por lo tanto, requiere una revisión profunda del mecanismo, con objetivos de reducción de emisiones de CO2 que sean transparentes y más claros que los actuales. También prevé menos fondos destinados a la cría industrial de animales.
Ganadería fuertemente subsidiada
Actualmente, se gastan entre 28.000 y 32.000 millones de euros en subsidios cada año para la ganadería o la producción de forraje y cereales para el ganado, lo que representa más de la mitad del presupuesto para la agricultura europea (58.400 millones de euros).
Por lo tanto, Greenpeace también está pidiendo a la Comisión Europea que se tome más en serio este tema, dado que dos tercios del área agrícola europea están ocupados actualmente por la ganadería, lo que contribuye a la contaminación del agua.