Vivimos en un tiempo de consumismo; somos víctimas de depredadora publicidad que día a día nos compele a adquirir productos y/o servicios que tal vez nunca necesitamos o peor aún, que encima de ello, carecen de políticas o programas responsables. ¿Hay manera de evitarlo?, ¿Existe alguna forma de comprar de manera socialmente responsable? Aquí hay ocho tips para ello:
1 Producto ecológico Si existe la posibilidad de elegir una opción ecológica por sobre una que no lo es, no lo piense dos veces. Actualmente casi todos los nichos tienen opciones verdes, desde cosméticos hasta gadgets tecnológicos; con ello se obtiene el beneficio del producto o servicio y además se alinea a la sustentabilidad.
2 Comercio justo Pagar a un trabajador lo que se debe por su producto o labor y ni un centavo menos, sin importar su cultura, raza, sexo o cualquier otra distinción es comerciar justamente con él. Actualmente muchos productos informan a sus clientes sobre sus proveedores con quienes aplican esta práctica. Un buen ejemplo de ello son Starbucks y The Body Shop.
3 Empresas adheridas al Pacto Mundial u otras iniciativas socialmente responsables El Pacto Mundial es la red internacional más reconocida de organizaciones socialmente responsables. La adhesión a éste implica aceptar un código de buenas conductas en todas las facetas de una empresa. Adicionalmente, cada país maneja distintivos de responsabilidad social que le otorgan un valor social añadido al producto o servicio. Apoyando estas iniciativas, coadyuvamos a generar mejores comunidades, respetuosas del factor humano y el ambiental.
4 Productos Orgánicos “Orgánico” es un término que se aplica a los alimentos o a algunos cultivos para textiles; significa que el producto es producido bajo estrictos estándares y supervisado por agentes certificadores que deben inspeccionar los campos y su operación anualmente, para asegurarse que estén operando bajo las normas. Normalmente se requiere un periodo de conversión de la tierra de tres años antes de que el producto sea cosechado, así que convertirse en un productor orgánico es una decisión a largo plazo. Hoy día no es raro encontrar ropa de algodón orgánico, frutos, vinos o leche orgánica (obtenida de vacas que pastan de forma orgánica).
5 Productos locales Como habitante de una comunidad, siempre es preferible dar prioridad a los productos locales, ya que ello favorece la actividad económica, el empleo y por lo tanto el desarrollo social.
6 Productos hechos por grupos vulnerables En la actualidad, muchos productos son fabricados por personas que tiene alguna deficiencia; esto bajo programas de responsabilidad social de empresas que generan proyectos de inclusión. Apoyar dichos productos impulsa estas iniciativas y por lo tanto la reincorporación de estos grupos a la sociedad. En México un buen ejemplo son los tamales Daunis que se sirven en Toks.
7 Producto cultural Fomentar la cultura de forma lúdica es una manera extraordinaria de educar a los pueblos. Es preferible como padres regalar juguetes educativos a violentos, lo que ayuda a una mejor integración del tejido social. En cuanto a los adultos, las opciones culturales son infinitas en libros, cd’s, dvd’s, viajes, paseos citadinos, etc. Muchas empresas apoyan la cultura como uno de sus baluartes de responsabilidad social.
8 Producto artesano Al apoyar productos artesanos no sólo apoyamos a las minorías marginadas de un país, sino que reforzamos su patrimonio socio cultural al mundo. La artesanía incluye desde el ornato hasta el alimento. Dichos productos frecuentemente incluyen procesos respetuosos con el medio ambiente, la historia y el legado de una región. Cada país mantiene inicativas y sellos que apoyan y promueven estas actividades y sus productos.
