La legislación y los estímulos económicos para los nuevos empresarios verdes en México, también están verdes.
Entre las más recientes filosofías contables está la «contabilidad verde’: cuyo propósito es la maximización de las utilidades mediante la disminución de gastos que. al cuantificar y registrar en forma monetaria los impactos ambientales, permite tomar decisiones en beneficio de todos. Su aplicación incide directamente en la protección del medio ambiente sin afectar financieramente a las empresas.
Se le llama contabilidad verde porque su aplicación repercute directamente en la protección del ambiente, a la vez que beneficia financieramente a las empresas, de tal suerte que su importancia radica en dos beneficios:
al El interno, que tiene impactos financieros al generar ahorros en los consumos energéticos.
b) El externo, cuyo impacto es social y ecológico, al generar alternativas de procesos más amigables con el ambiente.
La contabilidad verde consiste en la creación de sistemas y técnicas para evaluar, cuantificar y registrar los costos del impacto ambiental, hecho que permite reflejar pasivos contingentes, revaluar activos, reservar capitales y generar valor.
Es lógico pensar que la contabilidad verde impacta más a las empresas industriales, porque éstas consumen recursos naturales. Sin embargo, el concepto influye en todos los sectores, ya que facilita el cumplimiento de las normas ambientales, optimiza los consumos de energía y controla los costos de desecho, variables que presentan también las empresas comerciales y de servicios.
En el mundo empresarial ha surgido un nuevo término para referirse a los empresarios que muestran preocupación por el medioambiente: empresarios verdes. Los más conocidos pertenecen a países donde se estimula fiscalmente a aquellas empresas que contribuyen con el cuidado y la protección del planeta.
La implantación de sistemas y procesos amigables con el medioambiente no depende sólo de una cultura verde, sino también de una motivación económica que incide en la rentabilidad de los negocios. En México, sin embargo, no existen dichos estímulos. Esperemos que pronto aparezca el tema en futuras reformas fiscales y en una legislación específica sobre el consumo de energía.
Los contadores mexicanos debemos involucrarnos en el tema de la contabilidad verde, pues muy pronto será parte de una norma universal para todas las actividades económicas.
Fuente: Revista Ventana EBC Número 61
Febrero – Marzo 2013
