El Consejo Británico de la Moda (BFC) ha instado a los principales minoristas y al gobierno a trabajar juntos para animar a los compradores a reducir a la mitad sus compras anuales de ropa nueva, argumentando que el cambio hacia un sistema de moda más circular podría crear cientos de miles de nuevos puestos de trabajo en el Reino Unido.
Contra la moda rápida
De acuerdo con BusinessGreen, aunque muchos minoristas todavía se están recuperando de las devastadoras repercusiones económicas de la pandemia, ayudar a la industria de la moda a cambiar hacia modelos de negocio más sostenibles, como la ropa de segunda mano, alquilada o reparada, podría disminuir los residuos y las emisiones de carbono, a la vez que abriría nuevas oportunidades de mercado para los operadores, afirmó la BFC.
El impacto medioambiental y climático de la moda ha sido objeto de creciente atención en los últimos años, ya que se calcula que el sector es responsable de alrededor del 5% de las emisiones mundiales, además de utilizar 98 millones de toneladas de recursos no renovables cada año.
Sin embargo, si los compradores se limitaran a comprar sólo 12 prendas nuevas al año, podrían desempeñar un papel importante en la construcción de una industria de la moda más circular, según la BFC. No obstante, afirma que las grandes marcas deben colaborar de forma proactiva y más estrecha con el gobierno para impulsar el cambio de comportamiento tanto de la industria como de los consumidores.
Estas peticiones se recogen en un nuevo informe elaborado recientemente por la BFC, en el que se establece un marco para la creación de una economía circular en la industria de la moda del Reino Unido, haciendo hincapié, en primer lugar, en la reducción de la demanda de ropa nueva por parte de los consumidores en un 50% aproximadamente, con el fin de abrir el mercado de prendas de segunda mano, alquiladas y reparadas.
También pide que se mejore el diseño sostenible de la ropa para potenciar el reciclaje y la reutilización de las prendas, y que se mejoren los métodos de clasificación y recuperación de materiales, y pide al Gobierno que ponga en marcha un plan de responsabilidad ampliada del productor para el sector, con el fin de que los fabricantes se responsabilicen más de la ropa que producen.
El informe también incluye los resultados de varias encuestas realizadas por la BFC entre enero y agosto de 2021, que recogen las opiniones de miles de consumidores y sugieren que los compradores están cambiando cada vez más hacia hábitos de consumo más sostenibles.
Mientras que más de la mitad (54%) de los encuestados afirmaron que la preocupación por el medio ambiente no influía en sus hábitos de compra…
La encuesta también reveló que el 63% afirmó que compraba con frecuencia artículos de segunda mano, el 58% dijo que reparaba la ropa en casa y el 37% afirmó que ya utilizaba servicios de alquiler.
Caroline Rush, consejera delegada de la BFC, afirmó que el Reino Unido tiene «todos los ingredientes necesarios para crear un proyecto de economía de la moda circular que aporte importantes beneficios medioambientales, comerciales y sociales».
El gigantesco trabajo que hay que realizar para ponerlo en marcha puede potenciarse a través de un Programa de Moda Sostenible en el que la industria, el gobierno y los stakeholders se sienten a la mesa para desempeñar su papel más allá de su enfoque en cada empresa individual.
Tenemos la oportunidad de crear este objetivo más rápidamente y, al hacerlo, crear puestos de trabajo y habilidades que beneficien al Reino Unido en su conjunto.
Caroline Rush, consejera delegada de la BFC.
