De acuerdo con especialistas en tecnología digital, en sus inicios, herramientas como las redes sociales se consideraban medios para amplificar las voces de las mujeres y su perspectiva frente a temas como medios de vida, salud, educación, servicios de información y creación de redes de defensa. Además, el activismo en línea ha generado movimientos como #MeToo y #NiUnaMenos que han servido para denunciar la violencia que históricamente. Sin embargo, también se han convertido en arenas adicionales para violentar a las mujeres, de acuerdo con Eco Business.
El objetivo de los perpetradores es claro y consciente: desacreditar e intimidar a las mujeres, intimidarlas para desalentar su activismo en línea. En este contexto, las redes se han vuelto un arma de doble filo, ya que, por un lado, han servido para movilizar y cambiar los discursos sobre los roles y estereotipos de género; y, por otro lado, son un espacio donde proliferan la misoginia, las normas patriarcales y la discriminación de género. Pero ¿es posible cambiar está realidad?
Violencia de género en línea
Las formas más comunes de violencia facilitada por la tecnología incluyen comentarios sexistas o misóginos, discurso de odio basado en el género, acoso y amenaza de violencia sexual, acecho, imágenes de desnudos no solicitados y distribución de contenido sexual explícito no consensuado.
También las figuras públicas femeninas sufren acoso en línea condenando y denigrando la forma en que se visten y actúan. En una encuesta realizada por PeopleACT en 2018, el 50.4% de los encuestados había experimentado al menos una forma de acoso en línea y las mujeres lo padecían el doble que los hombres.
Las plataformas digitales, como las redes sociales y la tecnología, se han convertido en espadas de doble filo, que se utilizan tanto de manera positiva como negativa. Y, a través de ellas se pueden difundir amplia y rápidamente llamadas de conocimiento y promoción, y esto ayuda a crear conciencia y apoyo para los problemas de las mujeres, en particular los relacionados con la violencia de género.
Pero muchos defensores y activistas se han enfrentado al acoso y la amenaza de los internautas amenazados por su llamado a mejores políticas para abordar los casos de acoso sexual. En uno de estos casos particulares, involucró a una joven estudiante de Malasia, Ain Husniza Saiful Nizam.
#MakeSchoolASaferPlace
En 2021, Ain se convirtió en tema de conversación cuando se pronunció en contra de la normalización de la cultura de la violación en las escuelas de Malasia. La joven estudiante subió un video de TikTok denunciando a su maestro por hacer bromas sobre violaciones a las estudiantes. Con el hashtag #MakeSchoolASaferPlace, creó un revuelo en Twitter y alentó a otras víctimas a compartir historias de incidentes similares. Así, activistas, artistas independientes y miembros del parlamento expresaron su acuerdo.
Sin embargo, aunque Ain recibió un apoyo considerable, también fue objeto de amenazas de violación y abuso por parte de sus antiguos compañeros de clase masculinos y de hombres en general. Algunos incluso defendieron al maestro. Por lo que Ain y su familia finalmente se vieron obligados a mudarse después de una reacción violenta de vecinos, maestros y estudiantes.
«Hicieron que mi hija pareciera la causa del incidente cuando en realidad era una víctima».
Saiful Nizam Ab Wahab, padre de AIn.
A pesar de ello, la persistencia de Ain en su activismo en línea finalmente tuvo un resultado positivo. Sus publicaciones en Twitter con el hashtag #MakeSchoolASaferPlace fueron tendencia e inspiraron a otra joven, Nuraaina Balqis, a crear una cuenta de Instagram @SaveTheSchoolsMY que ofrece un espacio seguro para que las víctimas compartan sus experiencias relacionadas de forma anónima.
Asimismo, casi tres semanas después del primer informe policial de Ain, el Ministerio de Educación emitió una declaración formal, por primera vez, diciendo que el maestro había sido reasignado en espera de una investigación. En Malasia, aún no se han promulgado leyes específicas para abordar la violencia contra las mujeres facilitada por la tecnología, pero, en agosto 2022, el parlamento de Malasia aprobó la Ley contra el acoso sexual, que establece un tribunal para recibir y juzgar denuncias de acoso sexual. Este proyecto de ley también cubre los casos de acoso sexual perpetrados en línea.
Cómo pueden gobiernos y empresas responder ante violencia en redes
Según el derecho internacional, el Estado juega un papel importante en la erradicación de la violencia contra las mujeres. Due Diligence Project, un grupo de investigación y defensa que proporciona un marco para las obligaciones estatales sobre el tratamiento de la violencia contra las mujeres, incluida la violencia facilitada por la tecnología.
Lo anterior sugiere que la violencia contra la mujer puede abordarse a través del enfoque de las «5 P»: prevención, protección, enjuiciamiento, castigo y provisión de reparación para las víctimas. Un mundo pacífico y justo debe estar libre de violencia de todo tipo. Además, esto es el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de la agenda global de la ONU, que se refiere a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas en las esferas física y virtual, incluyendo el tráfico, el abuso sexual y otros tipos de explotación.
Cuando la tecnología y las redes sociales facilitan o exacerban la violencia, el estado puede esforzarse por eliminarla. Al mismo tiempo, vale la pena explorar como los dueños de estos gigantes digitales pueden adoptar una regulación orientada a buenas prácticas dentro de las plataformas y la defensa contra toda forma de violencia contra las mujeres.