México destaca por ser uno de los diez países con mayor biodiversidad en el mundo, su innumerable cantidad de recursos forestales tiene grandes ventajas como liberar oxígeno, mantener el ciclo del agua y evitar el calentamiento global.
Desafortunadamente en la actualidad, muchas áreas han sufrido gran pérdida de ecosistemas. La modernidad ha tenido como consecuencia la destrucción de inmensas superficies forestales, lo que tiene repercusiones graves.
Convencidos de que el futuro se construye hoy, Corporativo Linces, por medio de su Fundación Amigos de la Juventud, A.C. (FUNDAJU) con el apoyo de club UNESCO PRESERVAMB Y CONAFOR (Comisión Nacional Forestal), decidió realizar su primera reforestación para mitigar los daños a nuestro ecosistema.
Primera reforestación Corporativo Linces-FUNDAJU
El lugar elegido para llevar a cabo esta iniciativa fue en el poblado de San Simón, Texcoco, Estado de México.
No es la primera vez que FUNDAJU visita este lugar, anteriormente, por medio del programa Jugando Juntos —enfocado a integrar a las familias mexicanas de comunidades con escasos recursos a través del deporte—, se construyeron centros deportivos, pero en esta ocasión el plan fue reforestar a sus alrededores.
La cita se dio a las 10:00am, beneficiados del programa Jugando Juntos, colaboradores voluntarios acompañados por sus familias, habitantes de Texcoco, educadores ambientales y el director general, José Ortega, iniciaron esta gran labor.
La experiencia de sembrar vida
“Reforestar es sembrar nuevos árboles o recuperar los que ya se encuentran ahí”, informó Jesús Gutiérrez, biólogo y educador ambiental de PRESERVAM, quien fue de apoyo para los participantes.
Los árboles trueno fueron los elegidos, debido a que se adaptan al lugar determinado para su siembra. Estos se caracterizan por ser altamente resistentes, soportar escasez de agua y tener un PH elevado.
Para ayudar a que crezcan satisfactoriamente se utilizó composta hecha a base de estiércol, la que generalmente es benéfica para el tipo de tierra que caracteriza a Texcoco.
Familias enteras pusieron todo su entusiasmo y trabajaron en equipo para lograr los objetivos: se logró que 270 árboles fueran sembrados en manos de 175 voluntarios, mientras algunos tuvieron la oportunidad de adoptar otros 30 árboles trueno, para cuidarlos en sus respectivos hogares.
El nombre de cada participante fue colocado en una pequeña etiqueta en el árbol sembrado, acción que los hizo sentir aún más arraigados a esta acción en pro del medio ambiente.
La importancia de esta iniciativa de responsabilidad social
“Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro, son cosas que tiene que hacer todo ser humano antes de morir”, dijo José Ortega, director general de Corporativo Linces.
Y la primera acción mencionada está siendo de gran relevancia en la actualidad. Aunque la Evaluación de Recursos Forestales Mundiales (RFA, por sus siglas en inglés) asegure que la pérdida promedio anual de la superficie en México disminuye potencialmente, queda mucho trabajo por hacer. Aún en el período de 2010 a 2015 se contó con una pérdida de 91 mil 600 hectáreas.
Mientras estas pérdidas suceden, se incrementa la problemática ambiental en el país, y las consecuencias podrían ser devastadoras no solo para la población actual, sino para las siguientes generaciones.
Corporativo Linces en conjunto con FUNDAJU, están conscientes de la situación y se han enfocado a ayudar incondicionalmente.
Medio ambiente y voluntarios satisfechos
Este tipo de proyectos no son benéficos únicamente para el ecosistema, también para los voluntarios que trabajan en ellos.
“Vale la pena participar en este tipo de iniciativas porque convives con tus compañeros de trabajo de una forma diferente y apoyas al cuidado del medio ambiente, a que esta cancha se vea más linda y que la comunidad de Texcoco tenga un ambiente sano y adecuado para el deporte”, mencionó Mercedes de la Maza, directora de Cenfova.
Esta satisfacción también se refleja en los niños: “Sé que nuestro mundo necesita ayuda y quise venir a plantar árboles porque me hace sentir muy bien” dijo Pau de cinco años.
Crear una cultura ambiental es responsabilidad de todos, incluyendo a los profesores y entrenadores que tienen a su cargo a las próximas generaciones. Ejemplo de esto es que los integrantes del equipo sede Texcoco de Jugando Juntos, trabajaron arduamente aún antes de la reforestación, ya que fueron los encargados de preparar el lugar y tenerlo listo para el día indicado.
Su entrenador, José Magos, piensa que estas acciones transmiten valores de amistad, compañerismo, trabajo en equipo y respeto a la naturaleza, lo cual resulta más que satisfactorio para todos.
De esta manera Corporativo Linces y FUNDAJU llevaron a cabo su primera reforestación, que más allá de una grata experiencia, es un gran paso para mejorar significativamente el medio ambiente. En dos años se podrá reflejar este trabajo y disfrutar de un área llena de árboles en esta zona de Texcoco.