Ya son cuatro años del derrame «por accidente» de ácido sulfúrico por parte de Grupo México en el Río Sonora, por el cual más de 200 mil personas han sido afectadas por el abastecimiento de agua purificada.
Se trata de una tragedia ambiental, económica y de salud pública por el derrame en la mina Buenavista del Cobre, por esa razón el Fideicomiso Río Sonora compró tinacos para almacenar agua, sin embargo, se consiguieron al triple de su valor real, según una investigación de Excélsior.
Además, de acuerdo con un informe emitido por el Fideicomiso Río Sonora, se desembolsaron 185 millones de pesos en tres fases, para adquirir 10 mil 188 tinacos, éstos fueron distribuidos en los siete municipios afectados por la contaminación de metales pesados (29 de septiembre, 7 de noviembre y 17 de diciembre de 2014).
De acuerdo con la investigación, en lista de precios publicada en internet por dos reconocidas tiendas minoristas de artículos para el hogar y materiales de construcción, los tinacos de mil 100 litros, de la marca Rotoplas y mismas características de los repartidos en las viviendas de la cuenca del río Sonora, tienen un valor comercial de dos mil 131 pesos cada uno.
A esto, se debe sumar el costo del material utilizado para fabricar las bases de metal, sobre las que fueron colocados los tinacos, que es de alrededor de tres mil pesos, más 200 pesos de tubo de PVC y 800 pesos de mano de obra.
El gran total es de seis mil 131 pesos por instalación frente a los 18 mil 154 pesos que pagó con sobreprecio el Fideicomiso Río Sonora por cada uno de los tinacos.
Cabe mencionar que se trata del «accidente» más grave de la historia de la minería nacional.
Manuel Montijos López, herrero del municipio de Arizpe, quien fue uno de los encargados de soldar las estructuras de metal para los tinacos, dio a conocer que ingenieros llegaron a la comunidad buscando personas que hicieran el trabajo.
“Pagaron 800 pesos por cada base, no sé cuánto cobrarían ellos, ya sabe que eso no lo platican”, señaló.
Según la página de internet del Fideicomiso Río Sonora, creado con recursos de Grupo México, propiedad de Germán Larrea Mota Velasco, los contratos entregados de manera directa, sin licitación, a los proveedores para la compra de tinacos, se distribuyeron de la siguiente manera:
28 millones 614 mil pesos, para el Colegio de Ingenieros Ambientales de México (Cinam), asociación civil fundada por el propio presidente del comité técnico del Fideicomiso Río Sonora, Rodolfo Lacy Tamayo, y quien hasta el pasado 15 de julio ocupó la subsecretaría de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Lacy Tamayo, de origen sonorense, es actualmente el titular de la Dirección de Medio Ambiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en París.
En los estatutos del Cinam, no aparece por ningún lado que esta organización se dedique a la comercialización de equipos o sistemas hidráulicos, ya que sus objetivos fundamentales son fomentar el desarrollo y la excelencia de la Ingeniería Ambiental en México, la formación de recursos humanos y la difusión de la investigación científica y los avances tecnológicos en la materia.
Cinco millones 502 mil pesos fueron a parar a la cuenta de Rotoplas, empresa de Carlos Rojas Mota Velasco, integrante del Consejo de Administración de Grupo México y primo de Germán Larrea Mota Velasco, responsable directo de la tragedia en el río Sonora.