Afirmaba el escritor español Noel Clarasó Daudí: «El dinero en el mundo estará siempre mal distribuido porque nadie piensa en la manera de distribuirlo, sino en la manera de quedárselo». Hablar de desigualdad no es un tema nuevo, al contrario, ha permeado al mundo desde hace años dentro del sistema capitalista en el que vivimos.
Aun antes de la pandemia, hemos estado conscientes de esta problemática, pero poco se ha hecho al respecto. Y es que poco se puede hacer cuando el 1% más rico del mundo tiene más del doble de la riqueza total conjunta del resto de la humanidad. Estos datos fueron arrojados por Oxfam —una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales—.
Este mes (enero 2021), dicha confederación se dio a la tarea de realizar un estudio llamado El virus de la desigualdad, el cual tiene como propósito exponer «cómo recomponer un mundo devastado por el coronavirus a través de una economía equitativa, justa y sostenible», y ha demostrado que COVID-19 afecta menos a los ricos y empobrece a los más pobres.
¿Quién es Oxfam?
Oxfam es un movimiento global formado por personas que trabajan juntas para combatir la desigualdad y, así, acabar con la pobreza y la injusticia. Trabaja con personas tanto a nivel local como global para impulsar un cambio duradero.
Su trabajo se basa en su compromiso para con la universalidad de los derechos humanos. Movido por la diversidad, siempre se posiciona contra la pobreza y la injusticia, basando sus peticiones en pruebas y en la experiencia. Y aplica una perspectiva feminista en todos sus análisis, acciones e interacciones.
«El virus de la desigualdad»: estudio
En El virus de la desigualdad, Oxfam afirma que la pandemia de COVID-19 tiene el potencial de agravar la desigualdad en todos los países del mundo al mismo tiempo, y sobre todo que COVID-19 afecta menos a los ricos.
Dicha encuesta se aplicó a 295 economistas de 79 países, entre ellos se encuentran algunos de los más destacados a nivel mundial como Jayati Ghosh, Jeffrey Sachs y Gabriel Zucman. Según los resultados:
- El 87% preve que la desigualdad de ingresos aumente o aumente mucho en sus respectivos países a consecuencia de la pandemia.
- El 56% considera que es probable o muy probable que la desigualdad de género aumente en sus respectivos países a consecuencia de la pandemia.
¿Por qué está sucediendo esto? ¿Cuáles son los motivos y factores así como consecuencias y soluciones?
COVID-19 afecta menos a los ricos
Al momento, la pandemia nacida en Wuhan, China, ha arrebatado la vida de más de 2 millones de personas, y cientos de millones han sido arrastradas a la pobreza. Si bien pareciera que este golpe está siendo duro para todos, la realidad es que no es así:
De acuerdo con Oxfam, durante los primeros meses de la pandemia, el hundimiento de los mercados bursátiles de todo el mundo provocó que los billonarios —que son algunos de sus principales accionistas— sufriesen pérdidas considerables. Empero, este obstáculo fue temporal.
En tan solo nueve meses, las mil personas más ricas del mundo, principalmente hombres billonarios blancos, han recuperado toda la riqueza perdida.
Oxfam.
Por su parte, los Gobiernos han dado un apoyo sin precedentes a las economías, logrando que las bolsas se disparen y engordando las fortunas de los billonarios, a pesar de que la economía real se enfrenta a la peor recesión del siglo.
A escala mundial, la fortuna de los billonarios aumentó en 3,94 billones de dólares entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre de 2020.
Su riqueza conjunta asciende ahora a UDS 11,95 billones, lo que equivale a la suma que los Gobiernos del G20 han movilizado para responder a la pandemia.
Los 10 billonarios más ricos del mundo han visto crecer su fortuna en 540 000 millones de dólares durante este período.
Un ejemplo que Oxfam muestra es el del magnate Jeff Bezos, propietario de Amazon, empresa sólida que se solidificó aún más durante la emergencia sanitaria. Debido al confinamiento, muchas más personas comenzaron a pedir artículos por paquetería.
Tal fue el éxito que en septiembre de 2020, Bezos podría haber pagado a cada uno de sus 876 colaboradores una bonificación de UDS 105,000 y continuar siendo igual de rico que antes de la pandemia. Empero, el panorama de los que más carecen es todo lo contrario.
Los pobres se están empobreciendo más
Cientos de millones de personas se han visto afectadas al perder su trabajo, lo que agravó más la pobreza extrema. De hecho, se pronostica que la pandemia va a revertir los difíciles avances realizados en los últimos años en el tema de pobreza a nivel mundial. Problemática que aborda el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 1 que se encuentra integrado en los 17 ODS.
Se estima que el número total de personas en situación de pobreza podría haber incrementado entre 200 y 500 millones de personas más en 2020.
Por lo que es posible que el número de personas en situación de pobreza tarde más de una década en volver a los niveles previos a la crisis.
Este sector se conforma por personas que sobreviven con 2 o más dólares al día, pero menos de 10, y que generalmente viven de forma precaria en zonas marginales.
Farida, que trabajaba en una fábrica textil en Bangladesh, perdió su empleo el pasado abril. Estaba embarazada de ocho meses, pero no percibió ninguna de las prestaciones por maternidad a las que legalmente tendría derecho.
Oxfam.
¿En verdad es tan grave el problema?
Lo suficiente para afirmar que:
En tan solo 9 meses, las mil millones fortunas del mundo han recuperado su nivel de riqueza previo a la pandemia, mientras que para las personas en mayor situación de pobreza esta recuperación podría tardar más de una década en llegar.
El incremento de la fortuna de los 10 billonarios más ricos del mundo desde que inició la crisis bastaría para evitar que nadie cayese en la pobreza a causa de la pandemia y para financiar una vacuna universal contra la COVID-19.
En EE.UU. si la tasa de mortalidad de la población latina y negra hubiese sido la misma de la población blanca, aproximadamente 22 mil personas negras y latinas habrían seguido con vida en diciembre de 2020.
112 millones de mujeres dejarían de tener un riesgo elevado de perder sus ingresos y empleos si la presencia de hombres y mujeres en los sectores económicos más afectados por la pandemia fuese equitativa.
Sectores con mayor afectación
Salud
De acuerdo con el estudio, COVID-19 ha destapado las peores consecuencias de la deficiente dotación y financiación de los sistemas de salud públicos, así como la ineficacia de los sistemas privados, basados en la riqueza de las personas, a la hora de hacer frente a una crisis como esta.
La probabilidad de morir por COVID-19 es considerablemente mayor para las personas que viven en situación de pobreza. Y para las personas negras o indígenas, es aún mayor.
En Brasil, por ejemplo, la probabilidad de morir por COVID-19 era mucho mayor entre la población afrodescendiente que entre la población brasileña blanca.
Educación
En 2020, más de 180 países cerraron temporalmente sus centros educativos y, en el peor momento, 1700 millones de estudiantes dejaron de ir a la escuela.
La pandemia privó a los niños y niñas de los países más pobres de casi cuatro meses de escolarización, frente a las seis semanas en el caso de los niños y niñas de los países de renta alta.
Según las estimaciones, la pandemia revertirá los avances realizados durante los últimos veinte años en relación a la educación de las niñas, lo cual se traducirá en un incremento de la pobreza y la desigualdad.
Empleo y medios de vida
La pandemia ha provocado la pérdida de cientos de millones de empleos. El Índice de compromiso con la reducción de la desigualdad (CRI) elaborado por Oxfam y Development Finance International muestra que, cuando irrumpió la pandemia, en 103 países al menos un tercio de su población activa carecía de derechos laborales, así como de mecanismos de protección social como la licencia por enfermedad.
Seres humanos en riesgo
A esta grave situación, se añade que hay personas que a diario viven las consecuencias de la pandemia, como los profesionales de la salud y personal de enfermería. El personal está sobrecargado, mal remunerado, infravalorado y en gran cantidad de casos desprotegidos por la falta de recursos.
Aunado a ello, está afectando de manera desproporcionada a las personas racializadas y las mujeres, incrementando aún más las desigualdades y vulnerabilidad ya existentes tanto dentro de los países como entre ellos. Y al mismo tiempo a la población negra y otros grupos racializados y excluidos.
La pandemia ha puesto de manifiesto los riesgos que entrañan la mercantilización y la infrafinanciación de los sistemas de salud, la falta de acceso a agua y saneamiento, la precariedad del empleo, las carencias de los sistemas de protección social y la destrucción del medio ambiente.
Lúcia Maria Xavier de Castro, trabajadora social y defensora de los derechos humanos de Brasil.
Ninguna sorpresa…
Por infortunio, es necesario decir que esta no es ninguna sorpresa, ya que desde antes de ser invadidos por la pandemia de COVID-19, el mundo ya era desigual.
Esa «normalidad que muchos anhelamos, era una en donde:
- Una pequeña élite de 2 mil billonarios poseía más de la riqueza que podría gastar en mil vidas.
- Casi la mitad de la humanidad tenía que sobrevivir con menos de USD 5.50 al día.
- Durante 40 años, el 1% más rico de la población ha duplicado los ingresos de la mitad más pobre de la población mundial.
- 1% más rico ha generado el doble de emisiones de carbono que el 50% más pobre.
¿Cuál es la solución?
De acuerdo con los expertos, no podemos volver a donde estábamos y la ciudadanía y los Gobiernos deben responder a la urgente necesidad de construir un mundo más justo y sostenible.
Según el Banco Mundial, si los Gobiernos permiten que se produzca un incremento de la desigualdad de dos puntos porcentuales al año, en 2030 habrá 501 millones de personas más que vivan con menos de 5,50 dólares al día, y el número total de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza será mayor que antes de la crisis.
Por el contrario, si los Gobiernos empiezan desde ahora a adoptar medidas para reducir la desigualdad en dos puntos porcentuales cada año, la pobreza podría volver al nivel previo a la crisis en tres años, y en 2030 habría 860 millones de personas menos en situación de pobreza comparado a un escenario en el que la desigualdad ha seguido creciendo.
¿Aún te queda duda de que COVID-19 afecta menos a los ricos? Si deseas ver el estudio completo puedes dar click aquí.
«Jeff Bezos» by Mathieu Thouvenin is licensed under CC BY-NC-ND 2.0
¡… nosotros mismos somos los responsables de todo lo que tenemos o somos, de todo, Dios no interviene aquí para nada, sólo sostiene y espera; y, respecto de afectar menos a los ricos…, pues también a quienes se lavan, y, especialmente, a quienes ostentan un Rh-0+, sobre todo a éstos…!!! Mis saludos.