El gobierno del estado de México creó un nuevo impuesto ambiental, por el cual los 125 ayuntamientos de la entidad deberán pagar 3.5 por ciento de lo que recauden por suministro de agua potable. El nuevo gravamen, denominado “de las aportaciones de servicios ambientales”, se destinará a un fideicomiso para “incentivar la conservación de superficies boscosas”.
Además, el fondo servirá para “la conservación, protección, restauración, aprovechamiento y uso sostenible de los elementos y recursos naturales y bienes ambientales, y para el financiamiento de programas, proyectos, estudios, investigación científica y tecnológica para la preservación y protección del equilibrio ecológico”.
La Jornada Opinion : – – P36 –