En estos tiempos de cambio climático, cuando es necesario ahorrar energía, el uso cotidiano de las celdas solares sería una alternativa económica y viable para la población, consideró el doctor Tobin Marks, Premio Príncipe de Asturias 2008, durante el segundo día de actividades de la Semana de la Ciencia y la Innovación.
«Sabemos que para muchos las celdas solares son muy caras, pero ya se están desarrollando celdas poliméricas cuyo costo es significativamente menor, son flexibles y pueden ser biodegradables», explicó el investigador de la Universidad Northwestern.
Fabricadas con plásticos tratados químicamente para ser semiconductores, dichas celdas serán una respuesta ante la necesidad de energía limpia.
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