Ante la disminución de la superficie fértil para la siembra y los altos costos del transporte de alimentos del campo a la ciudad, surge una alternativa a la agricultura tradicional: las granjas verticales.
Iniciativa encabezada por el investigador de la Universidad de Columbia, Dickson Despommier, el diseño de edificios con cultivos en centros urbanos ha ganado interés entre planeadores urbanos y empresas de Estados Unidos.
Las granjas incluirían cultivos hidropónicos, vidrios y acrílicos que aseguren una entrada regulada de luz y sistemas de captación y reuso del agua y desechos orgánicos.
La idea de un invernadero “súper eficiente”, que maximiza sus beneficios para la producción a gran escala, tendría sentido.
“Los invernaderos bien diseñados pueden usar como mucho el 10 por ciento del agua y el 5 por ciento del área requerida por granjas de campo”, dijo Caplow, director de la compañía York Sun Works.
Reforma, Ciencia, p. 8