Entre 2006 y 2010, México recibió casi 4 mil millones de dólares de fondos ambientales internacionales, bajo las modalidades de aportaciones a fondo perdido o créditos blandos.
De acuerdo con especialistas, el impacto de esos recursos en materia de conservación de recursos naturales, reducción de la contaminación e impulso de una producción sustentable han sido muy limitados.
Enrique Lendo, titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Semarnat, destacó que México y Brasil son los países de América Latina que más fondos han recibido por la vía del financiamiento internacional «verde».
«Un poco menos de la mitad, mil 895 millones de dólares, han correspondido a aportaciones a fondo perdido, y el resto, 2 mil millones, ha correspondido a créditos para el sector ambiental en condiciones preferenciales cuya gestión está a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores», detalló en entrevista.
Explicó que actualmente las principales fuentes de recursos son el Mecanismo de Desarrollo Limpio (bonos de carbono) de la ONU, mediante el cual se beneficia a empresas en lo particular, y los créditos de organismos financieros internacionales, que son otorgados al gobierno federal para realizar proyectos específicos.
Expuso que la mayor parte de los recursos, el 46 por ciento, se destinan a acciones del cambio climático; un 15 por ciento a biodiversidad; 13 por ciento a temas hídricos; 10 por ciento a la agenda gris; y el resto a desarrollo sustentable.
Apenas el pasado 7 de julio, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) formalizó un préstamo de 300 millones de euros al Gobierno mexicano para apoyar acciones destinadas a enfrentar el cambio climático, particularmente en el sector forestal.
Dos días antes, el Gobierno de Alemania informó que destinó a México 7 millones de dólares para el desarrollo e implementación de Acciones Apropiadas de Mitigación a Nivel Nacional (NAMA), que se suman al financiamiento de 3 millones de dólares con que cuenta la Alianza Mexicana- Alemana de Cambio Climático.
Jorge Villarreal Padilla, coordinación de programas de la Fundación Heinrich Böll, advirtió que México carece de un mecanismo de transparencia que permita dar un seguimiento y monitoreo puntal sobre el ingreso y aplicación de los fondos «verdes».
«En este momento, en términos de información y rendición de cuentas, por lo menos se requiere un sitio web donde el Gobierno federal detalle cuáles son los distintos fondos que han entrado. Si son bilaterales, donaciones, multilaterales, y hacia dónde se están ejecutando», afirmó el especialista.
Una norma en este momento, agregó, sería necesaria para cubrir las distintas necesidades de fuentes de financiamiento y para establecer los mecanismos de rendición de cuentas.
«No podremos diseñar una política climática para el siguiente periodo presidencial, o para el futuro, que responda a las necesidades y capacidades nacionales si no tenemos claridad de si los fondos son suficientes, si responden a las necesidades y qué tipo de condicionantes tenemos», precisó.
Así lo dijo
«Tener la información adecuada permitirá una planeación sostenible de los fondos internacionales. Necesitamos saber con cuántos fondos cuentas para una escala de tiempo y en términos geográficos, para poder dirigirlos». Jorge Villarreal Padilla, integrante de la Fundación Heinrich Böll.
Fuente: Reforma, opinión, p. 13.
Por: Adriana Alatorre.
Publicada: 1 de agosto de 2011.
