Todos los días China ve llegar naves con plástico, aluminio y otros materiales desde diferentes países con el fin de ser reciclados. Por ejemplo, el aluminio procedente de la chatarra de los automóviles se funde y exporta a los fabricantes de automóviles japoneses. Además, el plástico era convertido en una imitación de la madera que se utiliza en la construcción de muebles.
Aunque a simple vista el esquema parece todo un ejemplo de sostenibilidad, pero el país asiático se ha mostrado listo para abandonarlo por completo. La razón es que no todo es tan maravilloso como luce. El proceso de reciclaje por el que atraviesan estos materiales genera una gran cantidad de dióxido de carbono que contamina los ríos cercanos a las plantas en que se lleva a cabo.
Frente a este problema, China ha tomado la decisión de prohibir la importación de basura del extranjero, a fin de reducir las emisiones de carbono que tanto daño hacen al país más contaminado del planeta. ¿El problema? Esta decisión podría generar una crisis mundial de reciclaje.
China acaba de tomar la decisión de prohibir las importaciones de basura del extranjero con el fin de mejorar su medio ambiente.
Se avecina una crisis mundial de reciclaje por decisión de China. Muchas naciones, que dependían del país para deshacerse de su basura, deberán buscar otras alternativas de gestión de residuos, y las soluciones no llegarán pronto. La decisión ha tomado al mundo desprevenido; construir plantas de reciclaje en cada uno de estos países llevará tiempo, y todo parece indicar que, hasta entonces, los residuos se convertirán simplemente en contaminantes de otras tierras.
La nueva ley de reciclaje en China
Con la nueva ley de reciclaje en China, se prohíbe la compra de 24 tipos de residuos que pueden agruparse en:
- Plásticos
- Papel sin clasificar
- Escoria de ciertos minerales
- Desechos textiles
A través de esta nueva imposición, China espera que mejore su medioambiente. Las plantas de reciclaje que generan un mayor número de emisiones cerrarán, y con ello quizá este país consiga educir sus niveles de contaminación. De acuerdo con datos de El País, las grandes zonas de procesamiento de estos residuos se encuentran en las provincias de Cantón, Zhejiang y Shandong, áreas costeras con importantes puertos de entrada de mercancías.
China comenzó a reciclar los residuos sólidos desde la década de los 80 para reutilizarlos y aliviar así la escasez de ciertas materias primas Con los años se convirtió en el mayor destino de basura de otras partes del mundo. Al disminuir la compra, el impacto en el ambiente será significativo.
En 2016, China importó 7,35 millones de toneladas de plástico, un 55,3% del total mundial.
Dependencia del reciclaje con China
Son varios países que dependen del gigante asiático en el tema del reciclaje, por ejemplo España envió 207.885 toneladas de plásticos hacia este país en 2016, un 65% del total exportado.
México vendió al mundo 429.539 toneladas, aunque el peso relativo de las compras del gigante asiático es algo menor (47,4%). En el caso de Japón y Corea del Sur, la proporción supera el 80%.
«Esta regulación va suponer un terremoto en todo el mundo, y forzará a varios países a abordar esta actitud de ‘ojos que no ven, corazón que no siente’ que se ha desarrollado hacia la basura», asegura Liu Hua, investigador de Greenpeace en Asia Oriental.
«El mundo no puede continuar con el actual modelo de consumo derrochador basado en el crecimiento infinito en un planeta finito», por lo que insta a los países más afectados por esta prohibición en China a pensar en formas que reduzcan los residuos en vez de nuevos lugares adonde enviarlos».
Ante esta decisión, China podrá disminuir la cantidad de contaminantes que emite, pero ¿será una buena decisión? Ahora los demás países tendrán que preocuparse más por sus residuos sólidos. ¿cómo le hará México? Seguramente se implementarán medidas drásticas para que esto no nos afecte.
