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Critican ‘chatarra’ afuera de escuelas

El Secretario de Educación de Tlaxcala, Miguel Ángel Islas Chío, advirtió ayer sobre el fracaso de los lineamientos que regulan la venta de alimentos y bebidas en las escuelas de nivel básico, si no hay un control de los productos que se comercializan afuera de los planteles.

En medio del regreso a clases y la restricción de la comida «chatarra» en primarias y secundarias del País, el funcionario estatal consideró que el problema de la obesidad y el sobrepeso en los menores no se solucionará con limitar el consumo de alimentos altamente calóricos durante la media hora de juego que se otorga a los alumnos.

«No es posible que por media hora de recreo el problema de la obesidad sea en la escuela, si saliendo de la escuela el niño se mete a la tiendita de enfrente y compra frituras. Pues que me perdonen, pero aunque yo le dé fruta en el recreo, no va a resolver la obesidad», expresó.

«Lo que tenemos que hacer es crear conciencia social de la importancia que tiene que nuestros niños, nuestras niñas y jóvenes, tengan mejores hábitos alimenticios», acotó Islas Chío, quien dejará el cargo el próximo viernes ante el cambio de Gobierno.

Los Lineamientos para la Venta y Distribución de Alimentos y Bebidas entraron en vigor el pasado 1 de enero pero fue hasta ayer cuando las escuelas comenzaron a cumplir con lo establecido.

En tanto que afuera de los centros educativos vendedores ambulantes vendían en mesas improvisadas chicharrones de harina, refrescos embotellados, frituras, tortas y bebidas poco nutritivas.

Algunas escuelas de Chiapas y Jalisco pasaron por alto la prohibición federal de vender productos altamente calóricos

De acuerdo con alumnos y responsables de la escuela secundaria Técnica 66 y de la primaria Felipe Carrillo Puerto de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, las autoridades educativas no les han informado qué tipos de productos pueden ofrecer a los estudiantes.

«Nadie nos ha dicho nada de no comer estas cosas; todo sigue igual que antes, en las dos cooperativas que hay en la escuela siguen vendiendo lo mismo», expuso con una bolsa de papas y un refresco en la mano Arely Zenteno, alumna de primero de secundaria.

«Hasta el momento no nos han dicho de esa prohibición, hemos escuchado rumores, pero hasta ahí, por lo tanto no podemos impedir que los alumnos coman lo que quieran», agregó Magaly Ramos, una de las prefectas.

Por otra parte, en las primarias urbanas 7 y 35 así como en el Colegio Ignacio Aldama de Guadalajara, Jalisco, la venta de churritos, refrescos y pastelitos continúo de manera normal, sin que recibieran algún apercibimiento de la autoridades de Salud y Educación.

«Estamos esperando indicaciones de las autoridades de la Secretaría de Educación para saber qué opciones sí se pueden vender, por lo pronto ya tenemos fruta de temporada», indicó Elia Gutiérrez, directora técnica del Colegio Ignacio Aldama.

Rita Sahagún, directora de la Primaria Urbana 7, aseguró que las autoridades tampoco han entregado oficios sobre las restricciones de alimento. En la Primaria Urbana 35 manifestaron que sí conocían los nuevos lineamientos, pero que esta semana se pondrían de acuerdo para sacar de la cooperativa los alimentos no permitidos.

En Ciudad Ixtepec, Oaxaca, los maestros admitieron que será un proceso difícil aplicar los lineamientos.

«Aunque oficialmente el IEEPO no emitió una circular, a través de la supervisión se enviaron los lineamientos y se espera que a final del ciclo escolar ya se cumpla al 100 por ciento», indicó dijo auxiliar de la supervisión escolar, Miguel Ángel Angón Martínez.

En Querétaro, el presidente de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología del Congreso local, Abel Espinoza Suárez, acusó que las autoridades de salud local, no han hecho público el listado de los productos que no se deben expender en las tienditas de las escuelas.

Desconocen padres productos permitidos

A través de la televisión y espectaculares, padres de familia saben que en los planteles escolares ya no se permite la venta de refrescos pero desconocen los casi 600 productos permitidos.

En un recorrido realizado por REFORMA se detectó que las autoridades educativas y de salud no han proporcionado mayor información sobre los lineamientos para la venta y distribución de bebidas y alimentos, los cuales entraron en vigor el primero de enero y comenzaron a ser aplicados ayer durante el regreso a clases.

«Sé que hubo cambios, que la SEP sacó los refrescos pero no he sabido dónde más puedo sacar la comida que sí está permitida y la que no. He visto unos comerciales sobre galletas chiquitas pero no sé si esas sí puedan venderlas», dijo Gloria González, madre de familia de la primaria El Pípila, localizada frente a la residencia oficial de Los Pinos.

Fátima Rodríguez, quien tiene a su hija en el sexto grado de este plantel, mencionó que ha sido en la tienda cerca de su casa y en el súper donde ha visto la publicidad sobre los nuevos productos «mini».

«Antes de salir de vacaciones, en la junta, nos dijo la maestra que había cambios y que ahora sí se iba a prohibir la venta de comida chatarra adentro pero lo que yo he visto es que sólo van a vender paquetes con menos galletas y chocolates más chicos», señaló.

También Érik Mosqueda, padre de familia de la primaria José Eleuterio González, sostuvo que hasta el momento las autoridades no han explicado el contenido total de los lineamientos así como los criterios para la venta de comida en los establecimientos escolares.

«No ha habido aún una explicación pormenorizada de qué está permitido y qué no. Eso es básico, saber nosotros si podemos confiar o no en lo que ahora venden», recalcó.

Y aunque dentro de las escuelas se limitó de alguna manera la comida «chatarra», fuera de los planteles los alumnos pudieron comprar sodas de sabores, papas fritas, dulces de todo tipo, tacos dorados o gorditas.

Manuel, quien cursa el tercer grado en la secundaria Juan Enrique Pestalozzi, dijo que en la cooperativa del plantel no se vendieron pizzas ni refrescos, tampoco algunas de las frituras que comúnmente se despachaban.

«La señora de la cooperativa traía guantes, se me hizo hasta raro, pero qué bueno, es mejor. Yo nada más había visto aquí en periférico unos espectaculares sobre los jugos que hora deben venderse, pero no sé qué más está permitido», mencionó su compañero David.

Fuente: Reforma.com
Publicada: 11 de enero de 2011

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