Entre luces y hornos apagados, el crudo invierno europeo 2022 cada vez está más cerca. El continente enfrenta una crisis energética que no solo ha afectado las finanzas de la gente común, y en pocas semanas podría intensificarse la cantidad de apagones continuos y cierres de fábricas. Incluso muchos economistas ya predicen una recesión económica, de acuerdo con AP News.
La causa es la guerra que Rusia declaró a Ucrania. Desde el conflicto, Rusia ha estado reduciendo el suministro de gas natural barato del que dependió el continente durante años para operar, generar electricidad y calentar hogares. Lo cual ocurrió luego de que el viejo continente le impusiera sanciones debido a la invasión a Ucrania.
La guerra energética
Lo anterior ha llevado a los gobiernos europeos a una lucha desesperada por buscar nuevos suministros. Así como formas de mitigar su impacto a medida que se desacelera el crecimiento económico y aumentan las facturas del servicio público en los hogares y comercios.
En la Europa oriental más pobre, la gente se está abasteciendo de leña, mientras que en la Alemania más rica, la espera de una bomba de calor que ahorre energía puede llevar hasta medio año. Y las empresas no saben cuánto más pueden recortar el suministro de energía.
«No podemos apagar las luces y hacer que nuestros invitados se queden sentados en la oscuridad».
Richard Kovacs, gerente de desarrollo comercial de la cadena húngara de hamburguesas Zing Burger.
A pesar de estas acciones para el ahorro de energía, algunas tiendas han enfrentado un aumento del 750% en las facturas de electricidad desde principios del 2022. Europa ha estado implementando programas de ayuda y planes para contener la crisis energética, como la propuesta de limitar los ingresos de los productores de electricidad que obtienen ganancias extraordinarias debido a los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania. La pregunta es si estás acciones serán suficientes para el crudo invierno europeo 2022.
El reto de un crudo invierno europeo 2022
En respuesta a la crisis energética y económica del continente, los gobiernos han trabajado arduamente para encontrar nuevos suministros y conservar energía. Por lo que han habilitado instalaciones de almacenamiento de gas, ahora llenas en un 86%, antes de la temporada de calefacción de invierno, superando la meta del 80% para noviembre.
Asimismo, los acuerdos entre las naciones incluyen reducir el uso de gas en un 15%. Lo que significa que la Torre Eiffel se sumergirá en la oscuridad más de una hora antes de lo normal, mientras que las tiendas y los edificios apagarán las luces por la noche y bajarán los termostatos.
La capacidad para pasar el crudo invierno europeo 2022 puede depender en última instancia del frío que haga y de lo que suceda en China. Puesto que los cierres destinados a detener la propagación de la COVID-19 han mantenido inactiva gran parte de la economía de China y han significado una menor competencia por los escasos suministros de energía.
«la economía más grande de Europa está ahora en una posición en la que podemos entrar con valentía y coraje [en este invierno], en el que nuestro país resistirá».
Olaf Scholz, canciller alemán.
El golpe a la economía en Europa
Pero incluso si hay gas este invierno en las reservas, los altos costos ya están empujando a las personas y las empresas a usar menos y obligando a cerrar algunas fábricas que consumen mucha energía, como las vidrieras.
Es una situación que también enfrentan los productores de frutas y verduras en los Países Bajos, que son clave para el suministro de alimentos de invierno en Europa. Puesto que cerraron los invernaderos y sufrieron pérdidas después de que los costos de la calefacción de gas y la luz eléctrica se dispararon.
«Queremos permanecer en el mercado, no arruinar la reputación que hemos desarrollado a lo largo de los años», dijo Wouter van den Bosch, sexta generación de su familia para ayudar a administrar el negocio. «Estamos en modo supervivencia».
Por su parte, Schmitt, líder del gremio local de panaderos, dijo que algunas panaderías pequeñas están considerando darse por vencidas. La ayuda del gobierno será clave a corto plazo, dijo, mientras que una solución a más largo plazo implica reformar los propios mercados energéticos.
Europa apunta a ambos, aunque el gasto requerido puede ser insostenible. Las naciones han asignado 500 mil millones de euros para aliviar las altas facturas de servicios públicos desde septiembre de 2021. Además, están rescatando a las empresas de servicios públicos que no pueden permitirse comprar gas para cumplir con sus contratos.
Energías renovables, la salida al crudo invierno europeo 2022
En medio de esta situación que vive Europa, los ecologistas y la propia Unión Europea dicen que las energías renovables son la salida a largo plazo. Por ello, vecinos de Madrid que buscan reducir los costos de electricidad y ayudar a la transición energética instalaron paneles solares este mes para abastecer su urbanización después de años de trabajo.
«De repente he reducido mi consumo de gas en un 40%, con muy poco uso de tres radiadores colocados estratégicamente en la casa».
Vecino Manuel Ruiz.
Además, aunque los gobiernos han descartado a Rusia como proveedor de energía, el presidente Vladimir Putin todavía tiene influencia, dicen los analistas. Todavía se distribuye algo de gas ruso y un invierno duro podría socavar el apoyo público a Ucrania en algunos países. Ya ha habido protestas en lugares como República Checa y Bélgica.
«Esta es la influencia que todavía tiene Putin: que Europa tendría que enfrentarse a sociedades decepcionadas o empobrecidas».
Agata Loskot-Strachota, investigadora principal de política energética en el Centro de Estudios Orientales en Varsovia.
En Bulgaria, el más pobre de los 27 miembros de la Unión Europea, los crecientes costos de la energía están obligando a las familias a recortar gastos adicionales antes del invierno. Esto para garantizar que haya suficiente dinero para comprar alimentos y medicinas.
Mientras tanto, las empresas intentan mantenerse a flote. Klara Aurell, propietaria de dos restaurantes de Praga, dijo que ha hecho todo lo posible para conservar energía. «Usamos bombillas LED, apagamos las luces durante el día, la calefacción es solo cuando hace mucho frío y la usamos solo de manera limitada», dijo. «También tomamos medidas para ahorrar agua y utilizar equipos energéticamente eficientes. Apenas podemos hacer otra cosa. Lo único que queda es aumentar los precios. Así es como es».
¿Será el crudo invierno europeo 2022 peor que las armas? Solo el tiempo lo dirá. Para John Sterman, científico climático del Instituto de Tecnología de Massachusetts, la construcción de más parques solares o eólicos no reemplazaría inmediatamente al gas ruso. Pero con una financiación adecuada, sugiere Sterman, mayor eficiencia energética podría reducir enormemente la necesidad de Europa de reemplazar todo el gas que ha perdido.
