No necesita mayores credenciales. Los mexicanos saben perfecto que Cruz Azul es el nombre de un equipo de futbol, y la marca de una importante compañía de cementos que a pesar de los vaivenes de la economía, la globalización y el paso de 84 años como cooperativa, sostiene el pregón de ser una organización cien por ciento mexicana.

No nos confundamos, el que nuestro conjunto alinee jugadores extranjeros no significa que la empresa tenga capital foráneo”, aclara sonriente Guillermo Álvarez Cuevas, director general de la firma con base en Hidalgo.

Recuerda que la formación del Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul, no se enfocó en tener presencia comercial sino a promover esparcimiento entre la gente en Jasso Hidalgo (hoy Ciudad Cooperativa Cruz Azul) y en Lagunas Oaxaca. Y que el resultado posterior obedeció más a las circunstancias, al cariño de la gente, que a una estrategia de mercadotecnia para posicionar a la marca.

Cruz Azul ganó seis campeonatos en 10 años y es verdad, lleva 18 de no llevarse una Liga pero sí ha triunfado en Copa Champions, en MX y ha disputado nueve finales, cosa que otras escuadras no han hecho. De alguna forma Cruz Azul nunca deja de estar en boca de todos”. Y también en las obras públicas y particulares de muchos más.

En entrevista, su director Álvarez Cuevas; Raúl Enríquez, presidente del Consejo de Administración y José Antonio Marín, presidente del Consejo de Vigilancia, coinciden en que la presencia de la marca en la vida nacional ha ido más allá de un gol y el alzamiento de un trofeo.

Para ejemplificar, Guillermo Álvarez menciona que, entre muchas otras obras, el 50% de Ciudad Nezahualcóyotl en el Edomex está edificada con producto Cruz Azul, lo mismo que los pozos petroleros ubicados en la zona de Tabasco y los túneles de drenaje, a más de 40 metros de profundidad que corren de la CDMX a Querétaro, entre otras estructuras.

Mezcla, también de negocios

La compañía no sólo se dedica a la fabricación de cementos y concretos. A lo largo de su permanencia ha consolidado negocios tan apartados de su origen como útiles en la generación de empleo y valor a la sociedad. De esta forma Grupo Cruz Azul integra desde una textilera a un centro comercial, pasa por una administradora de financiamiento a una clínica de salud o un cómodo hotel en Ixtapa, entre otros giros que revelan su prosperidad.

A lo largo de 84 años ha habido una gran historia. Como núcleo de un grupo de empresas Cruz Azul es accionista mayoritario o dueña de otras firmas. Tenemos organizaciones de carácter social, me refiero a centros educativos a nivel bachillerato, a centros de servicios médicos de segundo nivel en Oaxaca y en Hidalgo, contamos además con una empresa que apoya los proyectos de vivienda de nuestros trabajadores.

En total son cinco empresas sociales y otras de desarrollo horizontal; en el rubro de textiles participamos en la fabricación de ropa industrial, deportiva y escolar; hay también una comercializadora de cemento aparte de los distribuidores; también tenemos una pastelería, en fin son nueve giros de desarrollo horizontal, y ya extendiéndonos un poco más, son otras 11 empresas las que constituyen el núcleo cooperativo, cada una con su propia estructura y su propio sistema de organización”, comenta Raúl Enríquez.

Al referirse al core business de la compañía, su director Guillermo Álvarez platica que como en años anteriores, están en mejora continua tanto en la optimización de las plantas instaladas como en la conclusión de nuevos proyectos que han incrementado no solamente el volumen de producción de oferta en el mercado, sino también la diversificación de producto.

Seguir edificando

Hasta hoy la empresa suma cuatro plantas ubicadas en Hidalgo, Oaxaca, Aguascalientes y Puebla, en ésta última recién se concluyó una segunda línea de producción que de acuerdo al director, denota la confianza en lo que se refiere al futuro y desarrollo en obras de infraestructura en el país. A decir del ejecutivo, Cruz Azul goza en la actualidad de una posición financiera sana y busca llevar sus productos con una mejor logística a los centros de producción.

Nuestro sector cementero es altamente competitivo, está a la altura de cualquier industria en el mundo. En Cruz Azul la capacidad que tenemos de producción es de 10 millones de toneladas al año”, hace saber Guillermo Álvarez.

El presidente del Consejo de Administración, Raúl Enríquez, complementa al informar que en los últimos 18 años la compañía ha crecido sustancialmente. Enfatiza que en el año 2000 se inauguró la planta de Aguascalientes y en 2007 la de Puebla, ambas con una estructura jurídica diferente a las que mantienen las instalaciones de Oaxaca e Hidalgo, que son cooperativas.

El objetivo fundamental era contar con otras plantas cementeras eficientes y de bajo costo de producción y que generaran un flujo importante a la cooperativa”.
El director general agrega que el tener empresas con personalidad distinta al modelo de cooperativa es adecuarse en materia de legislación, y a los tiempos globales. Era necesario entonces buscar esquemas que permitieran un mejor apoyo y respaldo a las cooperativas.

En este sentido, Álvarez destaca que con su actual capacidad instalada para 10 millones de toneladas de cemento al año, Cruz Azul se posiciona como la cooperativa más grande en producción en Latinoamérica.

La idea es mantenernos en el segundo lugar (después de Cemex) en el mercado nacional; hoy tenemos una participación de entre 20 y 22%. Mucho influye en las inversiones el tipo de salud financiera que se pueda tener. Hoy contamos con una estabilidad financiera que nos permite cubrir pasivos a corto, mediano y largo plazo”.

Y como para hacer constar su testimonio, el entrevistado adelanta que ya consideran la apertura de una nueva planta. Aunque aclara que por ser proyecto, aún no existe fecha al menos probable para ello.

Se requiere aún de un estudio de la zona o nicho de mercado para determinar en dónde se instalaría. Además se debe considerar la cercanía de yacimientos de dos o tres materias primas principales. Esto se lleva entre tres y cuatro años, entre investigación e infraestructura, como carreteras, vía férrea y energía eléctrica, son planes a mediano plazo”.

Colado a los cimientos

Por ahora Cruz Azul sólo produce para el mercado local, pero la administración ya trabaja para reactivar la zona sur de Estados Unidos a la que en los últimos 25 años y de acuerdo con los entrevistados, la industria cementera mexicana exportaba más de 3.5 millones de toneladas al año.

“Como hubo receso estamos en compás de espera, en este momento hicimos una nueva inversión cercana a los 250 millones de dólares.

Por eso antes de pensar en una nueva planta, primero queremos consolidar la capacidad instalada de 10 millones de toneladas anuales y tener la diversificación de producto”.

Raúl Enríquez, presidente del Consejo de Administración, se refiere a la evolución que ha tenido la producción de cementos y concretos conscientes del grado de contaminación presente en su proceso. El ejecutivo dice que Cruz Azul lleva muchos años incursionando en fuentes de energía limpia como la eólica o por medio de biomasa de nopal. Para ello, la empresa envía a su personal responsable a otros países para conocer los avances al respecto y así aplicarlos.

José Antonio Marín, presidente del Consejo de Vigilancia, acota que la empresa ha sido pionera en proyectos de alta tecnología. Como con el uso de molinos verticales para material crudo y cemento, prototipos que asegura, se instalaron primero en Cruz Azul y hoy ya se encuentran en distintas plantas cementeras. La compañía, añade el entrevistado, destina hasta un 5% de sus dividendos a la inversión de alta tecnología.

Al ser una empresa social hay un compromiso, por ejemplo en el desplazamiento de la mano de obra, como en las zonas de envasado de cemento donde anteriormente había envasadoras de carrusel y el personal tenía que transportar los sacos a mano hacia las plataformas de carga, hoy ese proceso está robotizado.”

Cemento verde

Guillermo Álvarez, el director general, destaca que Cruz Azul cuenta con los certificados IS0 9000, ISO 14000 e ISO 18000, para vincular los sistemas de calidad, salud ocupacional y medio ambiente a las comunidades. Además que por 12 años consecutivos la firma ha sido reconocida como Empresa Socialmente Responsable.

Incluso desde hace años hemos firmado el pacto para reportar anualmente a la ONU los avances y mejores prácticas en materia de medio ambiente y de vínculo con la comunidad”.

Raúl Enríquez dice que la empresa, al tener un consumo alto de energía, principalmente de combustibles fósiles como combustóleo, está migrando al uso de alternos o combustibles derivados de residuos (CDR) ya sea industriales o municipales.

Para ello existen campañas de concientización, primero en sus comunidades de Oaxaca e Hidalgo. Con los residuos orgánicos se fabrica composta y con los inorgánicos se reprocesan para ser quemados en los hornos cementeros a altas temperaturas.

José Antonio Marín presidente de Vigilancia, subraya la importancia que para la compañía tiene el bienestar económico y social de la cooperativa de tal manera que se preocupan por la capacitación de su recurso humano y las prestaciones dentro de la cooperativa.

Tenemos una empresa que se llama Pro-Comunidades que precisamente, participa con las comunidades generando talleres y conferencias de tipo social. Donde ha acudido ha sido muy bien vista, buscamos crear un vínculo fuerte. Aparte del equipo de futbol, el prestigio de Cruz Azul se ha dado no sólo por la calidad de sus productos y servicios, también por su presencia con la gente”, concluye.

Fuente: Mundo Ejecutivo