La niñez es el grupo más desfavorecido y vulnerable en México, muestra de ello es que problemas como la pobreza y la desigualdad los viven 3.6 millones de niñas y niños y por esta razón, entre otras, se han generado iniciativas que ayuden a garantizarles una vida digna desde el sector de las organizaciones de las sociedad civil organizada, así como de las empresas.
No obstante, para garantizar una vida digna a niñas y niños, es necesario que más compañías se unan a esta causa. Por ello, la Red del Consejo Consultivo Empresarial organizó un foro en el que invitó a más empresas a sumarse y trabajar en conjunto por la niñez. A continuación, te contamos los detalles y quiénes participaron en él para demostrar su interés.
Red CCE y el compromiso de las empresas con la niñez
A partir de las problemáticas que enfrentan las niñas y niños entre 0 y 6 años, la Red del Consejo Consultivo Empresarial —el máximo órgano de representación del sector privado que agrupa a las 14 organizaciones cúpula empresariales— realizó el Foro Primera Infancia y Sostenibilidad. En el cual se presentaron varias estrategias y cuestionamientos para generar un diálogo en torno a estos temas.
En el foro participaron diversas autoridades en la materia, quienes dialogaron sobre el compromiso de las empresas con la niñez, entre ellos destacan:
- Karen Farías, Directora de Sostenibilidad y ASG de Grupo Coppel —una de las cadenas de tiendas departamentales más grandes de México—.
- Rocío Abud, Directora de Fundación Coppel.
- Ricardo Bucio, presidente del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI), quienes dialogaron sobre el compromiso de las empresas con la niñez.
Las y los ponentes expresaron su intención de impulsar el desarrollo de la infancia desde los aspectos social y de gobernanza de los criterios ASG (ESG por sus siglas en inglés –Environmental, Social and Governance-), puesto que la infancia es el futuro; sin embargo, el estado del mundo determinará el desenvolvimiento de niñas y niños cuando lleguen a la edad adulta.
Ante ello, Karen Farías, Directora de Sostenibilidad y ASG de Grupo Coppel cuestiona: «¿Cómo estamos posicionando al tema de la primera infancia dentro de la toma de decisiones y de las mesas de discusión dentro de las empresas cuando estamos gestionando una estrategia de sostenibilidad?».
Las y los ponentes señalaron que es primordial actuar desde el presente para asegurar un futuro mejor para este grupo poblacional. Esta afirmación concuerda con lo que afirma la UNICEF sobre que «los esfuerzos para mejorar el desarrollo del niño o niña en la primera infancia constituyen una inversión, no un costo».
Iniciativa privada apuesta por la niñez
Invertir en el cuidado integral de la infancia significa que, cuando se integren al mercado laboral en la edad adulta, el retorno de esa inversión será cuatro o cinco veces mayor, según datos de la UNICEF. Por lo que implementar estrategias de sostenibilidad enfocadas en la infancia es también un beneficio desde diferentes ángulos. Además, se trata de un gran atractivo para las y los inversionistas interesados en compañías que integren los criterios ESG en sus operaciones.
Durante su participación en el Foro, Karen Farías, Directora de Sostenibilidad y ASG de Grupo Coppel, habló sobre el compromiso de las empresas con la niñez debe iniciar desde establecer en dónde se va a realizar la inversión social para beneficiarla. Esto con la mira desde el bienestar de las y los colaboradores que tienen hijas e hijos.
«Las compañías están avanzando y llevando a cabo acciones para beneficiar a sus colaboradores, mamás, papás, cuidadores, familias y comunidades».
Rocío Abud, Directora de Fundación Coppel.
Por ello, brindar a las y los trabajadores talleres y permisos parentales implica también un beneficio para niñas y niños, porque obtienen algunos de los aspectos más importantes para su desarrollo, es decir, el cuidado y la atención afectuosa constantes que requieren. Los cuales, además de una buena nutrición y un estado de salud óptimo, estimulan el aprendizaje y el crecimiento.
Entonces, madres y padres deben tener la oportunidad y la capacidad de crear un ambiente de crianza seguro, sensible y receptivo. No obstante, las madres, por ejemplo, entran en conflicto durante el periodo de lactancia, porque deben elegir entre cuidar a sus hijas e hijos o asistir a laborar.
Es ahí donde intervienen las estrategias de Responsabilidad Social de las empresas y otras organizaciones, como la Fundación De Acero —fundación empresarial de Grupo DEACERO que fondea proyectos de OSC para el desarrollo y bienestar de las comunidades en México— para brindar un entorno laboral en el que las colaboradoras puedan vivir una lactancia respetuosa, al mismo tiempo que los trabajadores aprenden al respecto.
Trabajar por la infancia es trabajar por el futuro
Apoyar a niñas y niños para que se desarrollen plenamente es importante durante todo su crecimiento, porque si no viven en las condiciones adecuadas no podrán explotar su máximo potencial. Y, la primera infancia es la etapa más crítica para intervenir, pues «un buen fundamento en los primeros años hace la diferencia para el aprendizaje posterior en la etapa adulta e incluso ofrece un mejor comienzo para la siguiente generación».
En este sentido, el compromiso de las empresas con la niñez, como es el caso de Grupo Coppel y Grupo DEACERO, les ha permitido también avanzar para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como indica Karen Farías, esto impacta especialmente en los ODS 1: Fin de la pobreza; 2: Hambre cero; 3: Salud y bienestar; 4: Educación y salud; 5: Igualdad de género; y 8: Trabajo decente y crecimiento económico.
«Las empresas están identificando dónde tendrían mayor impacto en el tema de su inversión social, dónde podría ser mucho más estratégico. Entonces, es importante empezar a posicionar el tema e identificar qué hace falta».
Karen Farías, directora de Sostenibilidad y ASG de Grupo Coppel.
Gracias a los esfuerzos como el de las empresas de la Red CCE, es posible colocar en la agenda del sector empresarial esta causa desde la sostenibilidad de las empresas y de la mano de la intervención de los gobiernos, del tercer sector y de la sociedad será posible consolidar cambios positivos que den a la niñez un mundo en el que tengan un desarrollo pleno.