Es la idea, en términos ecológicos, de que el trabajo realizado por los hombres para ayudar a conservar la Tierra será beneficio de la séptima generación que le preceda.
La idea surgió de una gran ley ancestral de la tribu de los Iroqueses, que dice:
«En cada decisión que tomemos, debemos conciderar el impacto en la séptima generación… Aún si esto requiere que tengamos la piel tan delgada como una hoja de pino.»
Fuente: muy Especial P&R. pág. 11