Vivir en el país con el mayor PIB del mundo o en el que tiene menos paro no equivale a residir en el mejor lugar del planeta. O en el que tiene mejor calidad de vida, según los cálculos personales de cada uno.
El bienestar, como define la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es «multidimensional», por lo que cubre distintos aspectos del día a día que van desde la vivienda al compromiso cívico, pasando por los ingresos familiares, el empleo, la educación, la conciliación de la vida laboral y familiar, los servicios sanitarios, el medio ambiente, la calidad de las relaciones personales, el nivel de seguridad o la satisfacción general ante la vida.
Esos son los 11 factores que analiza la OCDE en el «Índice para una Vida Mejor» que mide la calidad de vida en las 35 mayores economías del mundo y que permite comparar los distintos países en capítulos esenciales. Un ranking que, tras computar todos esos condicionantes, califica los mejores y los peores lugares para vivir mediante una puntuación que va desde 0 (mínimo) hasta 10 (máximo).
Y los ganadores son…
Y si bien la perfección no existe, sí existe algo parecido al paraíso del bienestar, según la OCDE: Austria, Suecia y Noruega, que en los tres casos logran una puntuación de 8 puntos, alzándoles al podio del ranking. En el otro lado de la balanza, se sitúan México, Turquía, Chile, Grecia y Brasil, las únicas economías que suspenden con calificaciones inferiores a 8. España logra situarse como el decimonoveno país de la lista, con 6.2 puntos.
Los motivos
El análisis pormenorizado muestra que Australia tiene muy buenos resultados en muchas medidas de bienestar general, siempre en comparación con los demás países incluidos en el Índice. «Tiene un alto desempeño en el tema de compromiso cívico, se ubica por encima del promedio en calidad medioambiental, estado de la salud, vivienda, seguridad personal, empleo y remuneración, educación y competencias, satisfacción, sentido de comunidad, y por debajo del promedio en balance vida-trabajo», explica la OCDE. Algo similar sucede en Noruega y en Suecia, con la salvedad de que en ambas es mayor la puntuación en conciliación de vida familiar, pero menor en compromiso cívico y salud.
Por capítulos
El análisis de cada uno de los 11 factores que analiza la OCDE permite elegir el mejor lugar de residencia en función de las prioridades de cada individuo.
Mercado laboral
Así, para quien prime la calidad del empleo, los mejores países serían Islandia, Suiza y Noruega. Y debería huir de España, Grecia y Turquía.
Renta
Si la guía son los ingresos disponibles, los ganadores son Estados Unidos, Suiza y Luxemburgo. Los perdedores, Brasil, Turquía y México.
Sanidad
Para quien mire los servicios sanitarios, el destino es Nueva Zelanda, Canadá y Australia. Los lugares «prohibidos», Hungría, Estonia y Brasil.
Vivienda
Cuando el criterio sea la vivienda, los mejor posicionados son Estados Unidos, Canadá y Noruega, frente a Turquía, México y Chile, que figuran en los últimos puestos.
Comunidad
En cuanto a la red de apoyo social, salen muy bien parados Irlanda, Suiza e Islandia. Y quedan a la cola del ranking Corea, México y Grecia.
Cómputo general
El caso griego destaca en satisfacción personal, un factor que, en cierto modo, aúna muchos de los criterios analizados: su puntuación en ese capítulo es cero. En este punto, los ganadores son Dinamarca (con un 10), Suiza (9.9) e Islandia (9.4).
Fuente: El Economista