Islandia es un país sin hormigas, o casi sin ellas, son sumamente extrañas.
¿Por qué? Porque el suelo está muy frío, tan frío que no permite que los insectos dispongan del tiempo necesario para poner los huevos, las larvas, y que se cumpla el ciclo biológico.
En el caso de las hormigas, según la especie, ese ciclo desde el huevo hasta la nueva vida independiente oscila entre un mes y un año.
Las hormigas son animales de ciclos lentos. Incluso si empezaran a hacer un nido, nunca podría prosperar. Lo mismo ocurre en otros lugares de climas extremos, como Siberia.
Ingvar Örn Ingvarsson, del sector turístico de Islandia, matiza esta opinión:
En realidad, hay hormigas en este país, pero son extremadamente poco frecuentes y rara vez se ven. No viven en la naturaleza y dependen de las casas para la supervivencia.