El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia se celebra cada año el 11 de febrero, con el fin de fomentar la participación femenina en espacios científicos. Puesto que, a pesar de que ellas son la mitad de la población, el porcentaje de mujeres en carreras de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) es considerablemente menor que el de los hombres.
Esto se debe a que la educación y las preferencias aún están definidas por estereotipos de género. Por lo que, desde edad temprana, son muy pocas las mujeres en carreras en STEM y, cuando llegan a profesionalizarse, se enfrentan a barreras que les impiden crecer en el sector debido a creencias sobre el rendimiento de las mujeres y el llamado techo de cristal. Y, ante esta situación, es deber de los centros de trabajo garantizar igualdad de oportunidades a través de políticas internas.
Además, es necesario aumentar la representación de científicas en el imaginario colectivo, ya que históricamente se ha invisibilizado la labor de las mujeres en la ciencia. Sin embargo, sin las mujeres en la ciencia no existirían áreas como la paleontología, el Apolo 11 nunca habría llegado a la Luna y no tendríamos facilidades como el Wi-fi en nuestra vida cotidiana.
