En los últimos años, la migración ha sido foco de atención por distintas causas, una de ellas es la caravana de migrantes de centroamericanos que se desplaza a través de nuestro país. Sin embargo, el proceso migratorio tiene una larga tradición en México, en donde la niñez migrante es un fenómeno poco visible.
Tan solo en 2020, fueron deportados 10 mil 900 menores desde EE.UU., mientras que en el primer semestre de 2021, el número se disparó a 11, 975.
En respuesta a ello, la Fundación Pablo Landsmanas —brazo filantrópico de Corporativo Kosmos— y la Universidad Anáhuac han impulsado la Cátedra de Investigación Elías Landsmanas Dymensztejn-Anáhuac en niños migrantes no acompañados.
Su objetivo es brindar conocimiento y propuestas a la problemática social que genera la niñez migrante sin acompañamiento, específicamente en aquella que se traslada desde México hacia Estados Unidos. Y esto es difundido a través de algunos webinars.
Entender el fenómeno de la niñez migrante en México
“Somos más responsables de lo que creemos en la migración”, es una de las afirmaciones que compartió Valeria Ruíz Griego, coordinadora de Casas YMCA durante el Webinar Niñez migrante en la frontera norte, en donde también se dieron a conocer las acciones de YMCA México.
Ruiz es especialista en Migración Internacional y de acuerdo con ella, el fenómeno de la niñez migrante se encuentra en diversas ciudades de la frontera entre México y Estados Unidos. Lo que se debe a diferentes circunstancias:
- Violencia extrema por grupos armados, narcotráfico y pandillas.
- Pobreza extrema y falta de oportunidades en comunidades de origen.
- Violencia familiar, de género y sexual.
- Separación familiar.
En este contexto, la sociedad civil ofrece respuestas y soluciones de diversa índole, entre ellas destaca la participación de las Casas YMCA para menores migrantes no acompañados.
La respuesta de la YMCA México para la niñez migrante en la frontera norte
YMCA México es una institución de servicio que se encuentra en México desde 1892. Se desarrolla en la educación, salud, bienestar emocional, integración familiar y atención a las personas con discapacidad. Además, dentro de sus programas se encuentran Casas YMCA.
Esta iniciativa se encarga de brindar un hogar temporal a menores no acompañados deportados por autoridades estadounidenses, y en la actualidad recibe el 60% de la niñez deportada en la frontera norte de México. De esta proporción, el 80% son hombres y el 90% tiene nacionalidad mexicana.
De forma particular, en este último porcentaje se encuentra una cantidad significativa de menores originarios de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Jalisco. Sin embargo, la experta afirma que no es ninguna coincidencia, ya que generalmente, en muchos de estos lugares se sufre violencia y no es opción permanecer.
Las Casas YMCA fueron fundadas en 1991. Brindan apoyo en los siguientes estados y tienen beneficiarios específicos:
- Tijuana, Baja California: Niñez no acompañada deportada de los Estados Unidos y solicitantes de protección internacional.
- Ciudad Juárez, Chihuahua: Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) no acompañados y mujeres que viajan con menores.
- Piedras Negras, Coahuila: Menores no acompañados, deportados de los Estados Unidos.
A pesar de las dificultades que trajo consigo la pandemia, Casas YMCA logró que 40 menores tuvieran asilo en Estados Unidos entre 2020 y 2021. Mientras que en 2020 fueron atendidos 1525 NNA.
El compromiso de la Casas YMCA es brindar un modelo integral a través de alimentación, ropa, hogar provisional, atención médica, psicológica, asesoría jurídica, talleres para la vida, transporte, actividades recreativas, localización y reintegración de la familia. Para Valeria Ruiz, el motivo personal de su labor se puede sintetizar en la siguiente cita del periodista y escritor Eduardo Galeano:
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar al mundo
Eduardo Galeano, periodista y escritor.
Este webinar muestra la forma en que la Responsabilidad Social (RS) puede integrar esfuerzos conjuntos de la academia, el sector privado y la sociedad civil para mejorar la calidad de vida de la niñez migrante, y con ello la de sus familias.
A través de esta cátedra, no sólo se han podido conocer las circunstancias y características de la niñez migrante en México, también ha servido como una formación de redes para colaborar en la mejora de las condiciones de vida de este sector tan olvidado en las políticas migratorias.