De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las zonas urbanas son una de las fuentes principales de contaminación, ya que estas consumen «el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)». Por lo regular, los países en vías de desarrollo suelen ser los que albergan a las ciudades más contaminadas del planeta.
Muestra de lo anterior es la India, que según un ranking realizado por Ecología Verde, posee tres de los lugares con más contaminación: Bombay, Nueva Dehli y Calcuta. Con estrategias poco contundentes para aminorar el daño ambiental —que ya se han convertido en repercusiones de salud pública—, esta nación sufre de una emergencia invisibilizada.
Las ciudades más contaminadas representan un serio problema para la vida de sus habitantes y un fuerte aliado en el deterioro ambiental, puesto que las actividades industriales que desarrollan no solo afectan su territorio y calidad de aire, las consecuencias se expanden a otros ecosistemas.