El Día Internacional de la Educación Ambiental se celebra cada 26 de enero y es un recordatorio permanente de que el cuidado de los ecosistemas y el planeta depende de acciones permanentes. Es decir, se trata de un proceso continuo que debe adaptarse a cada época para hacer frente a las crisis climáticas y ecológicas.
Esto solo se puede lograr a través de la educación ambiental, que transmite conocimientos y enseñanzas sobre el entorno natural y su importancia. Además, contribuye a la adopción de hábitos, conductas y valores orientados a prevenir y resolver problemas ambientales como la contaminación, la invasión de espacios naturales y el manejo de residuos.
Dentro de las compañías, la estrategia de sustentabilidad debe también incluir una línea de acción para minimizar el impacto ambiental de las operaciones empresariales. En muchos casos, se compensa y se optimiza el uso de recursos naturales, pero también se puede involucrar a los colaboradores en actividades de voluntariado como reforestación o recolección de basura.