La mayoría de los negocios informales en México están llenos de productos piratas debido a su bajo costo y a gran venta alrededor del país.
Es común encontrar a gente que adquiere productos «clon o pirata» porque según ellos «obtienen lo mismo pero pagan menos» ¿pero qué tanto afecta a los productores originales la piratería?
Pensemos en un autor que escribe un libro y lanza un lote completo. Los libros son distribuidos en diferentes librerías con el fin de hacerlos llegar al lector, con un costo. A futuro el autor va obteniendo «regalías» de estos ejemplares. De eso se mantiene el creador del texto, pero ¿qué pasa cuando la piratería entra en ese sector?
Primero, el proceso se rompe porque ya no hay una relación entre el libro y el autor, así que otras personas lo «clonan» y lo venden a un precio más barato y así crean su negocio. Pero el autor no obtiene ninguna regalía, no tiene un número exacto de sus ventas de los ejemplares y no puede seguir publicando debido a la falta de recursos.
Lamentablemente esto no se presenta únicamente en los libros, también lo podemos ver en la música, en el maquillaje, en la ropa, en los lentes, en aparatos electrónicos. En casi todos los productos.
De acuerdo con la Coalición por el Acceso a la Cultura (CALC) más del 80% de los mexicanos que tienen más de 18 años, gastaron 20 mil 900 millones de pesos en la compra de productos pirata.
Este consumo equivale a tres mil 34 millones de pesos en Impuesto al Valor Agregado (IVA). Ante este consumo, las autoridades están invitando a reforzar el marco legal para la protección de derechos de las industrias creativas.
Para el investigador Álvaro Mejía del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) el 80% de mexicanos, casi 42 millones de personas, adquirieron películas, software, fotografías, pinturas, esculturas y libros- tanto físicos como digitales piratas-..
Son 36.3 millones de personas (70.5%) que consume piratería física. En tanto que 26 millones (72%) digital, según los resultados de la Encuesta para la Medición de la Piratería en México 2016, con metodología ITAM y aplicada por la empresa «Con Estadística».
Piratería en la música
En los últimos 12 meses, 37.5 millones de mexicanos, adquirieron música física o digital de manera ilegal. Esto asciende al 72.7% de mexicanos.
Los consumidores de música pirata en formato físico equivalen en la 93.5% del total de consumidores mexicanos de música y únicamente 4.2 millones de mexicanos, equivalente al 10%, quienes adquirieron música original.
Piratería en el cine
Otro de los sectores más comunes al que los mexicanos recurren es a comprar películas piratas, el motivo principal: la falta de recursos para ingresar a un cine y pagar un mínimo de $60 por persona.
Los mexicanos prefieren pagar entre $20 y $30 pesos para que toda una familia vea en casa- no importando que no tenga excelente calidad- una película que recién se estrenó o que ya está fuera de la cartelera.
La Encuesta para la Medición de la Piratería en México estima que 34.8 millones de personas o 67.8 % de los mexicanos adquirieron películas piratas durante 2016.
Piratería en Software
El análisis también concluye que 4.8 millones de mexicanos (51%) obtuvieron algún programa pirata, contra 4.6 millones de mexicanos (49%) que compraron software original.
Piratería en Libros
Nueve millones de mexicanos consumieron obras de manera ilegal. 6.8 millones de libros físicos compró uno pirata, con un gasto promedio de $124.25 pesos.
Por otro lado, cuatro millones de consumidores de libros descargaron ediciones piratas en dos ocasiones promedio por año, y para 78% de dichos consumidores estos libros fueron adquiridos gratis.
