Respira profundo. Más allá de si lo que entra hasta tus pulmones es el algo contaminado aire de la ciudad o tienes la fortuna de encontrarte en algún paradisíaco lugar alejado de las emisiones provocadas por automóviles, fábricas y otros elementos propios de la urbes, lo cierto es que poder dar a tu cuerpo el vital oxígeno prácticamente sin esfuerzos es un beneficio invaluable. ¿Qué pasaría si tuvieras que pagar por ello?
De la mano de la agencia Leavingstone en Georgia, EE.UU., Ecopolice se hizo esta misma pregunta y la lanzó a la población estadounidense el pasado mes de abril a través de una campaña que buscó generar conciencia sobre la importancia de reducir las emisiones contaminantes con el fin de proteger no sólo el bienestar de nuestro planeta, sino también la salud humana.
Para que esta campaña resultara efectiva, los creativos propusieron promover un falso impuesto al oxígeno para posteriormente difundir la información necesaria sobre cómo la contaminación afecta nuestras vidas y qué podemos hacer para reducirla.
El principal blanco de la campaña fueron los conductores de vehículos cuyas emisiones representan una de los principales motivos por los que cada vez más personas en Georgia y otras ciudades padezcan dificultades para respirar adecuadamente en su ciudad.
Las reacciones de los automovilistas y transeúntes que se topan con los dos protagonistas de la campaña y sus máscaras de gas, resultan casi tan impactantes como la idea misma de la campaña. ¿Imaginas si el impuesto llegara realmente a tu ciudad?