De acuerdo con el portal The conversation, el 28 de octubre de 2021, un subcomité del Congreso interrogó a ejecutivos de Exxon, BP, Chevron, Shell y el Instituto Americano del Petróleo sobre los esfuerzos de la industria para restar importancia al papel de las petroleras sobre el cambio climático.
El director general de Exxon, Darren Woods, dijo a los legisladores que las declaraciones públicas de su empresa «son y han sido siempre veraces» y que la compañía «no difunde desinformación en relación con el cambio climático.»
Esto es lo que muestran los documentos corporativos de las últimas seis décadas.
Descubrimientos sorprendentes
En una antigua fábrica de pólvora de Delaware —que ahora es un museo y un archivo— se encontró una transcripción de una conferencia sobre el petróleo de 1959 llamada «Energy and Man», celebrada en la Universidad de Columbia en Nueva York.
El archivo tiene un discurso de un famoso científico, Edward Teller (que ayudó a inventar la bomba de hidrógeno), en el que advertía a los ejecutivos de la industria y a otros reunidos sobre el calentamiento global.
Cada vez que se quema un combustible convencional se crea dióxido de carbono. Su presencia en la atmósfera provoca un efecto invernadero.
Si el mundo siguiera utilizando combustibles fósiles, los casquetes polares empezarían a derretirse, aumentando el nivel del mar. Con el tiempo, todas las ciudades costeras quedarían cubiertas.
Edward Teller, científico.
En Wyoming, hallaron otro discurso en los archivos de la universidad de Laramie, este de 1965, y de un ejecutivo petrolero en persona.
Ese año, en la reunión anual del Instituto Americano del Petróleo, la principal organización de la industria petrolera estadounidense, el presidente del grupo, Frank Ikard, mencionó un informe titulado «Restoring the Quality of Our Environment» que había sido publicado pocos días antes por el equipo de asesores científicos del presidente Lyndon Johnson.
«La esencia del informe … es que todavía hay tiempo para salvar a los pueblos del mundo de las consecuencias catastróficas de la contaminación, pero el tiempo se está acabando … Una de las predicciones más importantes del informe es que el dióxido de carbono se está añadiendo a la atmósfera terrestre mediante la quema de carbón, petróleo y gas natural a un ritmo tal que, para el año 2000, el equilibrio térmico se modificará de tal manera que posiblemente provoque marcados cambios en el clima», comparte Teller.
Ikard señaló que el informe había constatado que «es probable que se convierta en una necesidad nacional un medio no contaminante de propulsión de automóviles, autobuses y camiones».
Las investigaciones secretas de petroleras sobre el cambio climático
A finales de la década de 1970, el Instituto Americano del Petróleo había formado un comité secreto llamado «Grupo de Trabajo sobre el CO2 y el Clima», que incluía a representantes de muchas de las principales compañías petroleras, para supervisar y discutir en privado los últimos avances de la ciencia del clima.
En 1980, el grupo de trabajo invitó a un científico de la Universidad de Stanford, John Laurmann, para que les informara sobre el estado de la ciencia del clima.
Hoy tenemos una copia de la presentación de Laurmann, que advertía que, si se seguían utilizando combustibles fósiles, el calentamiento global sería «apenas perceptible» en 2005, pero en la década de 2060 tendría «efectos catastróficos a nivel mundial».
Ese mismo año, el Instituto Americano del Petróleo pidió a los gobiernos que triplicaran la producción de carbón en todo el mundo, insistiendo en que no habría consecuencias negativas a pesar de lo que sabía internamente.
Exxon también tenía un programa de investigación secreto. En 1981, uno de sus directivos, Roger Cohen, envió un memorándum interno en el que observaba que los planes de negocio a largo plazo de la empresa podrían producir efectos que serán efectivamente catastróficos al menos para una fracción sustancial de la población de la Tierra.
Al año siguiente, Exxon elaboró un exhaustivo informe interno de 40 páginas sobre el cambio climático, que predecía casi exactamente la cantidad de calentamiento global que hemos visto, así como la subida del nivel del mar, la sequía y otras cosas. Según la portada del informe, «se dio amplia difusión a la dirección de Exxon» pero «no debía distribuirse externamente».
Exxon lo mantuvo en secreto: sabemos de la existencia del informe sólo porque los periodistas de investigación de Inside Climate News lo descubrieron en 2015. Otras compañías petroleras también conocían los efectos que sus productos tenían en el planeta.
En 1986, la petrolera holandesa Shell terminó un informe interno de casi 100 páginas en el que predecía que el calentamiento global provocado por los combustibles fósiles causaría cambios que serían «los mayores de la historia», incluyendo «inundaciones destructivas», el abandono de países enteros e incluso la migración forzada en todo el mundo.
Ese informe llevaba el sello de «CONFIDENCIAL» y sólo salió a la luz en 2018 por Jelmer Mommers, un periodista holandés.
Estas empresas tenían una opción
Ya en 1979, Exxon había estudiado en privado las opciones para evitar el calentamiento global. Descubrió que, con una acción inmediata, si la industria se alejaba de los combustibles fósiles y se centraba en la energía renovable, la contaminación por combustibles fósiles podría empezar a disminuir en la década de 1990 y se podría evitar una crisis climática importante.
Pero la industria no siguió ese camino, en lugar de ello, Exxon y otras compañías petroleras coordinaron un esfuerzo global para disputar la ciencia del clima, bloquear los controles de los combustibles fósiles y mantener el flujo de sus productos.
Lo sabemos a través de documentos internos y de las palabras de personas de la industria, que ahora están empezando a compartir lo que vieron con el público.
También sabemos que, en 1989, la industria de los combustibles fósiles creó algo llamado Coalición Mundial por el Clima, pero no era un grupo ecologista como su nombre indica; en cambio, trabajó para sembrar la duda sobre el cambio climático y presionó a los legisladores para que bloquearan la legislación sobre energías limpias y los tratados sobre el clima durante toda la década de 1990.
Por ejemplo, en 1997, el presidente de la Coalición Mundial por el Clima, William O’Keefe, que también era vicepresidente ejecutivo del Instituto Americano del Petróleo, escribió en el Washington Post que «los científicos del clima no dicen que la quema de petróleo, gas y carbón esté calentando constantemente la Tierra», contradiciendo lo que la industria sabía desde hacía décadas.
La industria de los combustibles fósiles también financió grupos de reflexión y estudios sesgados que contribuyeron a frenar el progreso.
En la actualidad, la mayoría de las empresas petroleras se abstienen de negar la ciencia del clima, pero siguen luchando contra los controles de los combustibles fósiles y se promocionan como líderes de la energía limpia, a pesar de que siguen invirtiendo la mayor parte de sus recursos en combustibles fósiles.
Mientras tanto, la gente de todo el mundo está experimentando los efectos del calentamiento global: clima extraño, cambio de estaciones, olas de calor extremas e incluso incendios forestales como nunca se habían visto.