Aunque a este grupo poblacional generalmente se le atribuyen síntomas leves o ningunos, puede desarrollar una enfermedad grave. De hecho, cifras oficiales revelan que menores han muerto en México por COVID. Ante esto, las autoridades sanitarias solo han mencionado que la vacuna para ellos está en proceso de adquisición.
Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló que en 2020 se registraron más de 1.5 millones de casos de COVID-19 en niños, niñas y adolescentes en la región de América, mientras que, en los primeros nueve meses de 2021, más de 1.9 millones. Asimismo, aseguró que este grupo enfrenta un riesgo inminente al virus.
¿Menores han muerto en México por COVID?
A dos años de haberse detectado el primer caso de COVID-19 en nuestro país, los esfuerzos por garantizar la vacunación de las personas adultas en todo el territorio, continúan. Lo que ha dejado a la niñez e infancia expuestas y desprotegidas, al menos en cuanto a un esquema de salud completo.
Si bien, las autoridades indican que existe un bajo de nivel de contagio, los menores no son inmunes. Dada la situación, en medio de nuevas oleadas, variantes y sin dosis, niñas, niños y adolescentes están en riesgo.
Cifras oficiales reportan 1,267 menores que han muerto en México por COVID. Estos decesos se han concentrado principalmente en un rango de edad de entre 0 a 5 años, de acuerdo con datos del periódico El Economista.
De los 1,267 fallecidos, considerando los que contaron con prueba y sin prueba de laboratorio, 653 (1.11%) corresponden a personas de cero a cinco años; 184 (0.19%), de seis a 11 años, y 430 (0.22%), a personas de 12 a 17 años.
El Economista.
¿Y los derechos de las infancias?
Lamentablemente, bajo el argumento de que los menores no tienen tanto riesgo de morir, gobiernos e instancias internacionales han postergado las acciones de inoculación en este sector, pero más haya de una priorización, ¿podrían niñas, niños y adolescentes estar excluidos del acceso a la salud?
Como lo han manifestado algunos organismos —entre ellos, la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM)—, la falta de pronunciamiento legislativo representa una carencia en la responsabilidad del Estado de garantizar el derecho a la protección y la salud.
Incluirles [o no] debe acompañarse de la evidencia médica; difundida y transmitida apropiadamente para ellas y ellos, no solo discutido en el mundo adulto; entendiendo la obligatoriedad en su inclusión, no de la aplicación, para no entender que “es un despropósito” vacunar a todos los niños, niñas y adolescentes contra el COVID-19.
Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
La demanda para que los menores sean parte de la política de vacunación derivó de cifras oficiales que señalan un aumento de los contagios en dicha población, la cual, según el INEGI se integra por 38,247,958 personas, es decir, un 30.4% del total nacional.
Al 10 de octubre de 2021, un total de 77,913 niñas, niños y adolescentes en México habían sido infectados por COVID-19 (14,507 de 0 a 5 años, 18,818 de 6 a 11 años y 44,588 de 12 a 17 años). De estos, 750 niñas, niños y adolescentes (400 de 0 a 5 años, 102 de 6 a 11 años y 248 de 12 a 17 años) habían muerto.
Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
Menores han muerto en México por COVID… y ¿falta de vacunas?
Hasta ahora, la postura gubernamental se ha centrado en nombrarlos «grupos con bajo riesgo de agravarse», pero, con el simple hecho de no brindarles el acceso a las vacunas, ¿están ignorando a los menores que han muerto en México por COVID?
Lo cierto es que las estadísticas —como suele pasar— dicen otra cosa, pues hasta ahora solo se ha aplicado la vacuna a partir de los 13 y 14 años, la mayoría de dosis impulsadas por parte de amparos a solicitud de los tutores que exigían la inmunización.
Pese a que el avance en la estrategia de vacunación ha tenido algunos resultados favorables, aún está pendiente para el segmento de 0 a 12 años. Y mientras este siga sin vacunas, los fallecimientos podrían continuar, además de que no existe certeza sobre los riesgos y secuelas que el virus pueda ocasionar a los menores.
