Revisar Facebook, Twitter o cualquier otra red social y encontrarse con comentarios intolerantes, racistas o sexistas desafortunadamente no es una sorpresa para casi ningún usuario de estas plataformas; pero lo que sí podría sorprenderte es saber que un gran porcentaje de los comentarios que agreden a las mujeres no son escritos por hombres machistas con resentimientos no tan ocultos, sino por féminas que aparentemente o conservan cierto desprecio secreto por su género o simplemente no se han dado cuenta de que sus palabras refuerzan la violencia.
Así lo prueba un estudio realizado por la consultora británica Demos, que durante un periodo de tres semanas se encargó de contar todos los tuits publicados con palabras relacionadas con la presencia de misoginia, como «slut» («zorra») y «whore» («puta»). El resultado fueron más de 10.000 mensajes abusivos dentro de Reino Unido redactados por alrededor de 6,500 usuarios de la red.
El comunicado de Demos sobre el estudio asegura que 50% de los comentarios misóginos publicados en la plataforma proceden de perfiles femeninos, lo que representa un porcentaje realmente preocupante para la lucha contra la violencia de género principalmente dentro de los medios sociales.
Tras la publicación de este informe, Yvette Cooper, Maria Miller, Stella Creasy, Jess Philips lo presentaron al gobierno británico en conjunto con el ministro demócrata Jo Swinson y lanzaron una campaña para frenar el abuso en las redes sociales invitando al público a presentar propuestas y demandas sobre los cambios necesarios en el país a través del hashtag #ReclaimtheInternet.
Want to do something concrete to #reclaimtheinternet? Promote the work of women and non-binary people online. Challenge their attackers.
— Laurie Penny (@PennyRed) 26 de mayo de 2016
The best way to #ReclaimtheInternet is to take feminism to task for being a cult of rapists, abusers, and criminals pic.twitter.com/fmLXtEiN6Q
— Ryona Violet (@Ryona_Violet) 26 de mayo de 2016
«Puede parecer sorprendente que la mitad de los mensajes misóginos provenga de mujeres, pero esto nos muestra que no podemos asumir que hay solo un perfil demográfico difundiendo este abuso, sino que es un problema que debe solucionarse en conjunto», aseguró Josh Smith, investigador asociado de CASM en Demos durante una entrevista con El País.
Por su parte Jack Dorsey, representante de Twitter, ha señalado que la marca se encuentra realmente preocupada por la presencia de abuso dentro de la plataforma, por lo que ha convertido el control de estas agresiones en una prioridad y se encuentra trabajando en ello.
«La conducta incita al odio no tiene lugar en la plataforma de Twitter y es una violación de nuestros términos de servicio», declaró a BBC Kira O’Connor, líder de seguridad de la marca y destacó que además de las facilidades para bloquear y silenciar a un usuario específico, la marca colabora con líderes de organizaciones de la sociedad civil para hacer frente al reto de frenar el abuso.
Al explorar el ambiente internacional, Demos encontró más de 200,000 tuits agresivos utilizando las palabras «zorra» y «puta», mismos que fueron enviados por 80,000 personas en el mismo periodo de tres semanas.
De acuerdo con información de BBC, este fenómeno podría deberse en gran medida al velo de anonimato que todavía parece cubrir gran parte de las redes sociales ofreciendo a los agresores la seguridad para decir aquello que probablemente no repetirían cara a cara, ya que en estas plataformas las agresiones son ignoradas con regularidad.
El investigador Alex Krasodomski-Jones dijo que si bien este trabajo se ha centrado principalmente en Twitter por tratarse de una red generosa al momento de compartir sus datos con este objetivo, es importante señalar que el sexismo está presente de forma frecuente en todos los medios sociales y debemos asegurarnos de que otras grandes compañías de tecnología están igualmente comprometidas con el desarrollo de soluciones que permitan frenarlo a través de la educación.
Un estudio similar realizado por Dove en 2014 analizó más de cinco millones de tuits negativos sobre la imagen corporal de las mujeres y reveló que cuatro de cada cinco de ellos fueron publicados por ellas. ¿Será que no han medido realmente el impacto de sus palabras para favorecer la violencia de género?
