De acuerdo con Insider, el director general de Pfizer, Albert Bourla, dijo que podría ser necesaria una cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19 de la farmacéutica, esto sucede en medio de la creciente preocupación por la variante Ómicron.
Creo que cuando veamos los datos del mundo real determinaremos si Ómicron está bien cubierto por la tercera dosis y durante cuánto tiempo… Quizá necesitaremos la cuarta dosis. Lo he dicho varias veces.
Albert Bourla, director general de Pfizer.
Cuarta dosis de Pfizer
El director general explicó que anteriormente preveía que la cuarta dosis de la vacuna sería necesaria 12 meses después de la tercera, pero que ese plazo podría tener que adelantarse.
Con Ómicron tenemos que esperar y ver porque tenemos muy poca información. Puede que la necesitemos más rápido.
Albert Bourla, director general de Pfizer.
Por ahora, Bourla considera que «una tercera dosis dará una muy buena protección» durante los meses de invierno.
Pfizer dijo el miércoles que su vacuna COVID-19 de dos dosis con una inyección de refuerzo parecía eficaz contra la variante Ómicron, pero que dos dosis solas producían una respuesta menor.
Omicron, que se detectó por primera vez en Botsuana, se detectó por primera vez en los Estados Unidos la semana pasada. Desde entonces, la variante se ha encontrado en 19 estados del país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y también se ha hallado en México.
Un retrato aleccionador de la variante Ómicron está surgiendo del primer estallido de estudios de laboratorio sobre la última encarnación del coronavirus, que muestra que el virus mutado puede escapar de un escudo de protección proporcionado por el régimen de vacuna estándar de dos inyecciones.
Sin embargo, los estudios —incluido uno publicado el miércoles por Pfizer y su socio de vacunas BioNTech— apuntan a un camino potencial para ralentizar el avance de Ómicron: las inyecciones de refuerzo podrían ayudar a controlar la variante al aumentar los anticuerpos que combaten el virus lo suficientemente alto como para bloquear el patógeno.
El estudio demuestra que la variante Ómicron puede evadir ciertas defensas inmunitarias importantes que se activan por las vacunas, aunque solo parcialmente.
La alianza entre Pfizer y BioNTech, recientemente sacaron los resultados iniciales que demuestra que los anticuerpos inducidos por la vacuna son muy eficaces contra la nueva variante después de las tres dosis que ya han sido aprobadas, por lo que se puede concluir que dos dosis no son suficientes para proteger de esta variante.
Según sus datos preliminares, una tercera dosis proporciona un nivel de anticuerpos neutralizantes contra Ómicronm similar al que se observa tras dos dosis contra el tipo salvaje y otras variantes que surgieron antes. Estos niveles de anticuerpos se asocian a una alta eficacia tanto contra el virus de tipo salvaje como contra estas variantes.
Si bien una posible herramienta para luchar contra la pandemia puede ser la cuarta dosis de Pfizer, aún existen personas que deciden no vacunarse, lo cual genera complicaciones en cuanto a la mutación de la variante. ¿Podría, en algún punto, llegar a ser obligatoria la vacunación?
¿Podría comenzar a ser obligatoria la vacunación?
De acuerdo con Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, por ningún motivo se debe administrar una vacuna por la fuerza, esto lo afirmó sobre la decisión de algunos Estados de hacer obligatoria la inmunización contra la COVID-19.
Los derechos humanos no prohíben los mandatos de vacunas, pero imponen límites sustanciales sobre cuándo y cómo se aplican.
Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Agregó que cuando se impongan sanciones a las personas por negarse a cumplir con un mandato de vacunación, estas deben ser proporcionadas y estar sujetas a revisión de las autoridades judiciales.
“Los mandatos de las vacunas deben cumplir con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación. Deben estar previstos por la ley, con las garantías procesales adecuadas, incluido el derecho a solicitar una exención y el derecho a apelar cualquier forma de sanción ante una autoridad imparcial e independiente”, apuntó.
Además, este tipo de políticas deben aplicarse sólo cuando sean absolutamente necesarias en términos de salud pública, añadió. Cabe destacar que los Estados que opten por un mandato de inmunización deben administrar vacunas seguras y efectivas y deben contemplar una compensación en caso de que ocurriera cualquier daño relacionado con la vacuna.
Por si fuera poco, al 1 de diciembre, apenas el 8% de los adultos había recibido una dosis de la vacuna en los países de renta baja, comparado con el 65% en los países de ingresos altos”, ejemplificó, y aunó su voz a la del Secretaria General de la ONU al aseverar que esto es “profundamente injusto e inmoral”.
Lo que también hace cuestionar, qué tan desigual será la aplicación de la cuarta dosis de Pfizer, tomando en cuenta que hay personas que no han tenido acceso ni siquiera a la protección básica.
