El bienestar de un trabajador se traduce a una mejor efectividad y productividad dentro de una empresa, por ello, es importante que las firmas lo sepan y creen una rutina de trabajo que apoye a los colaboradores para estar bien física, emocional y económicamente.
La mayoría de las personas padecen de estrés laboral, las causas son variables: un ambiente de trabajo tóxico, un mal jefe, falta de organización, entre otras. Por ello, muchos de los trabajadores se enferman muy seguido y tienen que ir al médico que le corresponde con su seguridad social o incluso pagar a un médico privado para obtener una mejor atención.
Cabe mencionar, que tan solo en 2016, se destinó el 5.8% del PIB al Sistema Nacional de la Salud, únicamente el 3% de gasto público, por tal razón, otras familias recurren a médicos privados porque la atención y la funcionalidad en dependencias públicas no es tan personalizada.
De acuerdo con algunas cifras del INEGI, los mexicanos gastan más por enfermedades crónicas no transmisibles, tales como la diabetes, enfermedades endócrinas o padecimientos cardiovasculares, causas principales de muerte en el país durante 2015.
La situación nos obliga a pensar cómo contribuir en que todos los mexicanos tengan acceso a los servicios de salud que por derecho les corresponden.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la salud de la fuerza laboral en México?
Al realizarse esta pregunta, Forbes investigó a 22 empresas de la Ciudad de México. Se recolectó y analizó información de grupos representativos.
Entre las empresas analizadas, se invitó a un ejercicio de vigilancia epidemiológica a 22 empresas de sectores como transformación, servicios, tiendas departamentales, industria química y automotriz. Cada empresa invitada tiene un promedio de 625 colaboradores.
Participaron 719 colaboradores de estas organizaciones: 61% hombres y 39% mujeres, con edad media de 36.9 años. Fueron valorados en 14 factores de riesgo:
- Metabólicos o fisiológicos (glucosa, tensión arterial, índice de masa corporal, colesterol, triglicéridos, HDL, LDL, edad metabólica y cintura).
- Conductuales: consumo de tabaco, alcohol, sedentarismo y sueño.
- Dieta: hábitos alimenticios.
Se elaboraron historias clínicas, se hizo toma de bioquímicos capilares para reconocer glucosa, colesterol y triglicéridos, mediciones somatométricas, cuestionarios sobre estrés laboral, satisfacción laboral y costos laborales.
Resultados
El ejercicio permitió reconocer riesgos de costos laborales y dar un diagnóstico preciso a cada persona.
El mayor número de pacientes con riesgo de enfermedades o padecimientos son del sexo masculino. Predomina el consumo de alcohol y tabaco, sedentarismo, malos hábitos alimenticios y de sueño.
La hipertensión arterial está más presente en el sexo masculino: ellos obtuvieron 19% de hipertensión grado 1 (de bajo perfil), mientras que los dos sexos juntos representan 24%.
En sobrepeso y obesidad encontramos 71% en hombres y 70% en mujeres: siete de cada diez colaboradores de las empresas tienen sobrepeso.
La glucosa elevada presentó más prevalencia en el sexo masculino (40%). En el colesterol hubo más alteración en el sexo femenino (26%). Los triglicéridos no representan un problema significativo: el 50% de la población presenta niveles de rango normal.
Respecto al estrés, el 70% presenta estrés leve o moderado.
En conclusión, el 74% de la población examinada presentó tres o más factores de riesgo que incrementan el riesgo cardiovascular. Esto no quiere decir que estas personas ya tengan un padecimiento cardíaco, pero si existe la posibilidad de que lo padezcan.
Este estudio le es funcional a las empresas para dar indicadores epidemiológicos y estadística, con el fin de calcular costos laborales que provienen del ausentismo, presentismo e incapacidades, además de pagos de seguros y servicios de salud.
