El cuidado del medio ambiente tiene los elementos necesarios para ser un buen negocio pues además de ser lo correcto es urgente, pero aún requiere un enorme eco al interior de la iniciativa privada que derive en políticas de producción amigables con el ambiente y reducción de costos, consideró Luis Farías, vicepresidente de Energía y Cambio Climático de CEMEX.
“Falta una fuerte cultura sobre el problema que significa el daño al medio ambiente, las estrategias contra la contaminación, el cambio climático y la huella de carbono se han vuelto una división de los negocios y esto es irreversible; desde el sector privado debemos ponerle atención e impulsar el desarrollo y consumo de producto verdes”, aseveró.
La cementera, que durante el 2009 emitió a la atmósfera 40 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a 0.1% de las emisiones totales del mundo, ha invertido 140 millones de dólares a lo largo de los últimos cinco años para reducir su halla de carbono a nivel global.
Esta inversión ha ayudado a reducir entre 21 y 22% la huella de carbono anual de la empresa en el mundo, comparada con la que tenía en 1990. La meta es bajar 25% las emisiones de CO2 respecto de lo registrado en aquel año.
“La reducción que logramos el año pasado a nivel mundial fue de 7 millones de toneladas de carbono, que equivalen a las que emite un país como Panamá al año. En México logramos reducir casi 950, 000 toneladas de CO2 en el 2009”, aseguró Farías Martínez.
El camino para lograrlo, abundó, es incrementar el uso de energía renovable dentro de sus plantas. Al cierre del año, la empresa utiliza 20% de energía térmica renovable y 16% de energía eléctrica renovable; la proyección es crecer a 33% el uso de la primera para el 2013, mientras que de la segunda aún analizan un estimado de crecimiento.
Fuente: El Economista, Emprendedores Sociales, p. 24.
Reportero: Alejandra Aguilar.
Publicada: 5 de enero.
