Los consumidores están hartos de que sus marcas no se comprometan del todo con el entorno. Al grado que los grupos de interés se han acercado a las empresas para señalarles en qué están fallando. Como en el caso de las estrategias de responsabilidad social de Alaska Airlines.
Compromiso ¡Señoras y señores! Compromiso
El planeta nos necesita y para ayudarlo requiere que todos nos comprometamos a dejar de utilizar plásticos de un solo uso y que migremos nuestro estilo de vida y consumo a uno sostenible.
Un compromiso que los grupos de interés ya han comenzado adoptar. Sin embargo, al percatarse que sus marcas no lo están haciendo, los stakeholders han decidido llamarles la atención y extenderles una invitación a que realmente acepten el reto de convertirse en empresas socialmente responsables y sostenibles.
Fue precisamente esta llamada de atención, la que puso en duda el compromiso de la responsabilidad social de Alaska Airlines. Por fortuna, la empresa supo reaccionar de una manera favorable.
Responsabiliad social de Alaska Airlines
Los plásticos de un solo uso, como las pajillas que acompañan a las bebidas durante los vuelos, son responsables de gran parte de la contaminación de los océanos y otros ecosistemas.
A pesar de este grave daño, Alaska Airlines los seguía ofreciendo en cada vuelo, hasta que uno de sus consumidores decidió hacerles una llamada de atención.
De acuerdo con Bobbie Egan de Alaska Airlines, una pasajera de 16 años les escribió una carta para pedirles que dejaran de utilizar plásticos de un solo uso y que en su lugar los reemplazaran por materiales sostenibles.
La importante lección que te puede dejar Alaska Airlines y su rechazo hacia los popotes.
“El empuje para cortar las pajuelas de los vuelos fue motivado hace aproximadamente un año por un fanático de una aerolínea de 16 años que escribió a Alaska pidiéndoles que cortaran desechos plásticos”, señaló Bobbie Egan de Alaska Airlines.
Una vez leída la petición, la empresa decidió acceder y aliarse con la organización Lonely Whale y un gran número de colaboradores para comenzar a integrar la sostenibilidad en cada área.
No obstante, la aerolínea reconoció que este nueva política no debería de aplaudirse porque al ser una marca responsable, se debió haber integrado esta iniciativa desde un inicio y no esperar a que alguien les indicará el camino.
Is it enough for @AlaskaAir to cease passing out plastic straws and stirrers on its flights? Some say this effort doesn’t go far enough, but @NickAster calls this a positive step forward: #strawban #travel pic.twitter.com/zWLE8Ekfzz
— TriplePundit.com (@TriplePundit) 31 de mayo de 2018
“Nadie en la aerolínea está bajo el engaño de que eliminar pajitas es un logro monumental. Se ve más bien como un paso incremental en una larga lista de mejoras, algunas más grandes que otras. El hecho de que esto sea un cambio bastante público hace que sea una oportunidad especial para llegar a los pasajeros y al público en general”, comentó.
Por otra parte, señaló que integrar estas alternativas, ayuda a expandir la importancia sobre cuidar el medio ambiente.
“Menos residuos de plástico siempre es algo bueno. También hay más conciencia pública sobre las alternativas plásticas. Y podría decirse que el hecho de que este acalorado debate esté sucediendo es prueba suficiente de que la movida de Alaska ha provocado una conversación valiosa”.
La importancia de escuchar los grupos de interes
A pesar de que existen marcas que se proclaman socialmente responsables, la realidad es que hasta las más comprometidas cometen errores que, en ocasiones, son marcados por los grupos de interés, quienes son un parte esencial para que una empresa siga en pie.
Para Alaska Airlines, el que uno de sus pasajeros se acercará, los motivo a obrar proactivamente y a entender que escuchar a los consumidores es una actividad que debe realizarse siempre.
Aunque la marca no esperaba una reacción por parte de los consumidores, en su página de Facebook, muchos de ellos han extendido una felicitación hacia la empresa:
“La medida podría tener un pequeño impacto en la huella de carbono de una aerolínea, pero si hace que los pasajeros piensen en su flujo de residuos y la plaga de plástico que ahora llena nuestros océanos e incluso cuerpos, entonces Alaska merece todos los elogios que reciben”.
Esta reacción, además de convertirse en una importante lección corporativa, también resaltó que la RSE no se trata solamente de recibir premios o reconocimientos sino de implementar estrategias que ayuden a mejorar el entorno y la cultura corporativa.