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Columnistas ExpokMarketing y sustentabilidad | Por Luis Maram¿De verdad pensamos que AstraZeneca es el villano?

¿De verdad pensamos que AstraZeneca es el villano?

En un hecho significativo para el desarrollo de la pandemia por COVID-19, el gigante farmacéutico AstraZeneca ha reconocido por primera vez que su vacuna contra la enfermedad puede, en casos muy raros, causar un trastorno conocido como síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS)… Por ende, hoy muchos piensan que AstraZeneca es el villano…

El acto es relevante y una página destacada en la historia de la pandemia, sin embargo, hoy cuando buena parte de las personas preteneden juzgar a los laboratorios por los efectos colaterales de sus vacunas, habría que respirar profundo (cosa que muchos podemos gracias a las mismas vacunas) y reflexionar un poco. Primero citaré la noticia tal como es, de forma imparcial y cual la reportan los medios… y después daré mi opinión muy personal.

AstraZeneca admite que su vacuna puede causar TTS

De acuerdo con el diario HT si bien la compañía reconoce la posibilidad del TTS, afirmó que la afección puede ocurrir incluso sin vacunación, y que se requerirá testimonio experto para determinar la causalidad en casos individuales.

El reconocimiento de AstraZeneca se produce en medio de una demanda colectiva en curso que alega que su vacuna contra el COVID-19, desarrollada en colaboración con la Universidad de Oxford, ha provocado varias muertes y lesiones graves. Según los abogados que representan a los demandantes, algunos hogares han enfrentado un «efecto devastador» debido a la vacunación.

El año pasado, Jamie Scott, padre de dos hijos, presentó la denuncia inicial contra la multinacional farmacéutica y biotecnológica británico-sueca. En su denuncia, Scott afirmó que desarrolló un «coágulo sanguíneo y un sangrado en el cerebro», lo que resultó en un grave daño cerebral, que atribuyó a la vacuna COVID-19 de AstraZeneca que recibió en abril de 2021.

Sin embargo, en una respuesta a los abogados de Scott en mayo de 2023, AstraZeneca declaró: «no aceptamos que el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico».

El TTS, también conocido como VITT (trombocitopenia inmunitaria trombótica inducida por vacuna), es un síndrome raro caracterizado por coágulos sanguíneos (trombosis) y bajo recuento de plaquetas (trombocitopenia). Los coágulos sanguíneos formados en los vasos sanguíneos pueden reducir el flujo sanguíneo, mientras que la trombocitopenia se refiere a un bajo recuento de plaquetas, que ayuda en la coagulación de la sangre y previene el sangrado excesivo.

Después del lanzamiento de las vacunas COVID-19, los investigadores descubrieron un vínculo entre la vacuna de AstraZeneca y el VITT. Los abogados de los demandantes argumentan que el VITT es un subconjunto del TTS, a pesar del aparente desconocimiento de AstraZeneca sobre esta distinción.

En una entrevista con el Telegraph, la esposa de Scott, Kate, describió la admisión de AstraZeneca como un «progreso» después de tres años de lucha. Dijo: «El mundo médico ha reconocido durante mucho tiempo que el VITT fue causado por la vacuna. Es solo AstraZeneca quien ha cuestionado si la condición de Jamie fue causada por la inyección».

Kate pidió a AstraZeneca que emitiera una disculpa, brindara una compensación justa a su familia y a otras familias afectadas, afirmando: «Tenemos la verdad de nuestro lado, y no vamos a rendirnos».

Actualmente, se han presentado 51 casos ante el Alto Tribunal, donde las víctimas y sus familiares dolientes buscan daños y perjuicios que superan los 100 millones de libras.

¿AstraZeneca es el villano? No lo creo

Una vez citada la noticia, procedo a opinar sobre el hecho que pone en jaque la reputación de la marca y por ende la del resto de laboratorios que desarrollaron otras vacunas.

 
 
 
 
 
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Hace poco más de tres años, todas las personas continuábamos encerrados en nuestros hogares. La pandemia por COVID-19 había golpeado al mundo de forma bestial.

En México, cada noche, cual si estuviéramos en guerra, las autoridades comunicaban el nuevo número de casos y de víctimas fatales, que se contaban por millares.

Quien diga que no sentía miedo miente.

La mayoría de nosotros sufrimos una muerte cercana o al menos tuvimos conocimiento de ello por nuestras amistades y/o familiares.

La situación no era exclusiva de este país. La OMS y varios centros de salud y universidades de alto prestigio (como la Johns Hopkins), a diario comunicaban las nuevas cifras globales.

En esos momentos, el clamor mundial hacia los laboratorios era: ¿Qué esperan para desarrollar un vacuna o una cura?

Lo que la mayoría desconocía en esos momentos era que desarrollar una vacuna puede tardar típicamente entre 5 y 10 años debido a que hay que evaluar si la vacuna es segura y eficaz en ensayos clínicos, completar los procesos de aprobación regulatoria y fabricar una cantidad suficiente de dosis de vacuna para su distribución generalizada.

Eso no sucedió con las vacunas para COVID-19.

¿El resultado? Las vacunas han tenido efectos colaterales, como el caso de AstraZeneca o las afectaciones al miocardio presuntamente generadas por las vacunas como las de Pfizer o Moderna.

Sin embargo, cuando la gente moría por miles a diario… si los laboratorios hubieran tenido conocimiento al 100% de estas afecciones en casos raros… ¿eso hubiera hecho que tú no te vacunaras?

No hablo de los anti-vacunas. Esos son. harina de otro costal y ni siquiera hablaré de ellos. Hablo de la mayoría de la gente que nos vacunamos.

La respuesta es que hubiéramos tomado el riesgo, porque por pura probabilidad, era más fácil morir por COVID-19 que por un caso extremo de efecto colateral.

¿Los laboratorios deben callar esta información? ¡Por supuesto que no! La responsabilidad corporativa demanda que sean completamente transparentes; y sí, a veces no sucede así, porque hay mucho dinero en juego en la industria farmacéutica.

No obstante, repito… En medio del caos en los días más oscuros de la pandemia ¿hubiéramos rechazado las vacunas por ello?

La mayoría no.

De modo que desde mi particular punto de vista, que no tiene que coincidir con el de nadie, está bien si quieren levantar estas demandas contra cualquier laboratorio y que responsabilicen a quien haya que responsabilizar, pero…

No olvidemos que nosotros fuimos quienes pedimos vacunas en tiempo récord. No olvidemos que nosotros decidimos administrárnoslas, no una sino varias veces… y no olvidemos que cuando se dio por finalizada la emergencia, no así la pandemia, nos sentimos aliviados y dábamos gracias por ello.

Las compañías muchas veces actúan mal, cierto; pero como consumidores también tenemos una corresponsabilidad en muchos casos… y en la mayoría, no estamos dispuestos a aceptarla. ¿AstraZeneca es el villano? No lo creo. Nadie lo es. Vivimos una situación sin precedente y hubo que actuar, y esto fue lo que mejor pudimos hacer con lo que se tenía en medio de la guerra contra el virus.

Solo una breve reflexión.


Luis Maram Luis Maram
Marketer, Speaker, Experto en Marketing y Reputación

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Creo en el impacto transformador de las marcas en nuestra sociedad y nuestro mundo. Como estratega digital con alta experiencia en contenidos y RSE, me dedico a guiar y empoderar a las marcas para desarrollar acciones y contenidos que inspiren, conecten y generen resultados.

Soy Director de Marketing y Media en Expok, desde donde gestiono la estrategia digital de la empresa.
Edito uno de los blogs de estrategia de contenido y marketing digital más reconocido de México: LuisMaram.com, y he disfrutado enormidades al impartir más de un centenar de conferencias en México y más allá de sus fronteras.

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