Por: María José Evia H. Google
La semana pasada, un jugador de béisbol estuvo ausente del trabajo por tres días, después del nacimiento de su hijo. Este permiso de paternidad con goce de sueldo es un derecho que su sindicato logró en un acuerdo de 2011, por lo que Daniel Murphy decidió tomar el máximo de días, perdiéndose así el partido inaugural de los Mets de Nueva York. La situación puede parecer sencilla, pero suscitó opiniones de todo tipo, y una reflexión sobre la paternidad en Estados Unidos.
El país vecino, junto con Nueva Zelandia y Australia, es la única nación industrializada que no ofrece un permiso de maternidad pagado. En Nueva York, los trabajadores hombres y mujeres tienen la posibilidad de acceder a hasta 12 semanas libres, pero sin goce de sueldo. Mientras tanto, en México las mujeres tienen hasta 12 semanas pagadas como permiso, y según una nueva ley, los funcionarios de gobierno varones tienen derecho a cinco días de permiso laboral con goce de sueldo después del nacimiento o adopción de un hijo.
El caso de Daniel Murphy se convirtió en noticia nacional cuando dos comentaristas de deportes (Mike Francesca y Boomer Esiason) hicieron comentarios despectivos acerca del jugador. Esiason afirmó «yo hubiera dicho [a mi esposa] ‘cesárea antes de que empiece la temporada. Necesito estar en el partido inaugural. Lo siento pero esto es lo que gana nuestro dinero», mientras que Mike Francesa se preguntó: «¿Qué podría estar haciendo? Garantizo que no estás sentado ahí tomando la mano de tu esposa. Entiendo un día: vas a ver a tu hijo nacer y regresas». Las reacciones a estos puntos de vista no se hicieron esperar, y Boomer Esiason ya se disculpó al aire por tocar el tema.
Murphy ha sido discreto y no respondió directamente a sus críticos, pero sí habló de se trató de una decisión tomada en conjunto con su esposa: «tuvo una cirugía y estaba aniquilada. Tenerme ahí le ayudó mucho, y viceversa».
Si la meta es que las mujeres tengan un papel cada vez más predominante en todas las áreas de la vida en sociedad, incluyendo por supuesto puestos ejecutivos, el tipo de mentalidad exhibida por los críticos de Murphy tiene que cambiar: la repartición del trabajo del hogar ha de ser más equitativa y eso incluye el cuidado de los hijos. Para esto se necesita el apoyo de las empresas, que deben darle igual importancia a la paternidad que a la maternidad, y también de la sociedad en general, que debe apoyar estas decisiones.
Con información de:
Fox Business
Washington Post
The Nation
CBS
Animal Político
Organización Internacional del Trabajo