Aunque debería cursar el tercer grado de primaria, no acude a la escuela y la razón es simple para ella: «debo llevar dinero a mi casa, mi mamá me pega y castiga si no lo llevo dinero». En promedio, cada menor se lleva al día 200 pesos, según comentaron algunos.
Diana es uno de los casi 150 niños, cuyas edades oscilan de los 6 a 17 años de edad, de cinco comunidades rurales ancladas en las faldas del Cerro del Cubilete, que diariamente, buscan el sustento para sus familias a través de limosna que piden a turistas que arriban en vehículos particulares o autobuses.
A diferencia de ellos, sus padres los esperan en sus viviendas, o bien, los vigilan de cerca para cumplir su exigencia de pedir limosna a los visitantes.
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