Un estudio ha señalado que la gestión financiera de las empresas puede desempeñar dos papeles: ser la mayor fuente de emisiones o ser la herramienta más efectiva en la lucha contra su impacto climático. Según esto, para que las empresas consigan dejar de financiar el cambio climático es necesario analizar hacia dónde dirigen sus finanzas.
En su primer informe, The Carbon Bankroll 1.0, publicado en 2022, Topo finance, organización sin fines de lucro, que busca convertir el sector financiero en una fuerza para alcanzar un clima más seguro en el mundo, expone cómo por años se ha pasado por alto que las inversiones y actividades bancarias de las empresas no son neutras, sino que tienen una huella de carbono enorme y por demás impresionante.
¿Cómo puede la gestión financiera de una empresa contribuir a la huella de carbono de una empresa?, ¿qué relación hay entre las finanzas corporativas y la polución?, ¿cómo cambiar la manera en la que manejo las finanzas fomenta la RSE? A continuación, te decimos las respuestas.
¿Cómo dejar de financiar el cambió climático?
La organización Topo finance ha fundado su labor en la creencia de que el poder del sector financiero tiene la capacidad de transformar al mundo en cuestión de sostenibilidad, puesto que son las actividades bancarias las que organizan el globo y pueden acelerar el tránsito hacia una economía verde si se eligen las opciones más sostenibles de inversión. El director ejecutivo, Paul Moinester, y el líder de Iniciativas de Finanzas Sostenibles de Topo, James Vaccaro, tienen clara la importancia de que los bancos realicen las acciones necesarias para dejar de financiar el cambio climático:
«A medida que las organizaciones comiencen a tomar medidas, serán aquellos bancos que se alineen con los objetivos climáticos los que serán los socios financieros para un futuro sostenible, mientras que aquellos que no realicen los cambios necesarios se verán abandonados por sus clientes»
Por su parte, Rebecca Self, líder de análisis de finanzas sostenibles de Topo, habla sobre la importancia de ayudar a las empresas a entender que:
“las firmas financieras están canalizando su dinero hacia un futuro intensivo en carbono, nuestro objetivo es ayudar a las empresas a comprender por qué necesitan trabajar con sus firmas financieras para descarbonizar sus finanzas y desviar rápidamente las inversiones de los impulsores climáticos hacia soluciones climáticas a escala.»
Asimismo, destaca el protagonismo de las empresas financieras, el cual radica en su capacidad de préstamo e inversión, por lo cuál este sector puede determinar el futuro de la sostenibilidad y la RSE en los siguientes años.
La factura de la gestión financiera
Ahora, Topo finance, acaba de publicar su último estudio llamado The Carbon Bankroll 2.0: From Awareness to Action, en el cuál exploran los exorbitantes impactos de las finanzas de las empresas en la contaminación global y algunas soluciones para detener estos fallos. Algunos de los datos obtenidos en este estudio son los siguientes:
- Si los bancos y gestores de activos más grandes de Estados Unidos fueran un país, serían el tercer país con mayores emisiones de carbono del mundo , detrás de China y Estados Unidos.
- En Estados Unidos, las empresas que no pertenecen al sector financiero acumulan, aproximadamente, 7 billones de dólares en efectivo e inversiones, y el total de emisiones indirectas permitidas por este dinero representa más del 20 % de las emisiones brutas totales del país.
- Incluso para las empresas más conscientes de la crisis ambiental, lo más probable es que las emisiones derivadas de su efectivo e inversiones representen su mayor fuente de emisiones o sean mayores que todas sus demás emisiones combinadas.
Ante estas cifras preocupantes, Topo finance proporciona algunas maneras que las empresas pueden seguir para dejar de financiar el cambio climático, mismas que te presentamos a continuación.
¿Qué se puede hacer?
Entre las acciones que se pueden implementar para que tu compañía logre dejar de financiar el cambio climático están:
- Revisar la cadena de suministro financiero para asegurarse que la inversión a largo plazo no esté contribuyendo con altas emisiones de manera directa o indirecta. La regla es no contratar los servicios de una empresa que no tiene buenas y profundas prácticas de sostenibilidad, desde sus procesos hasta sus fuentes de ingresos.
- Otra alternativa es trabajar en el desarrollo de medios que permitan cuantificar el papel que desempeñan el efectivo y las inversiones en la huella de carbono de la empresa. De esta forma, podrás monitorear el impacto real de las finanzas en la polución y ajustar aquello que no genere el rendimiento esperado.
- Implementar la sostenibilidad como un objetivo empresarial, como parte de los criterios para contratar proveedores y como criterio para modificar, adecuar y establecer procesos operativos y no sólo como algo que está bien si se hace o no, tomando en cuenta que ello atrae inversión reputación corporativa.
La RSE del sector financiero
En su informe, la organización Topo finance deja claro que, a pesar de que se pensaba que las inversiones tenían un impacto neutral en la contaminación, en realidad juegan un papel importante en la huella de carbono mundial, ya que su capital moviliza a muchas empresas, cuyos procesos no contemplan medidas profundas de RSE, por ejemplo, la inversión en compañías de combustibles fósiles que no están apostando a una transición paulatina hacia energías limpias y renovables.
Por consiguiente, es claro que el presente y futuro del sector financiero debe ser verde, pues sólo así se promoverá un cambio acelerado y seguro hacia un ciclo productivo sostenible de las empresas que ofrecen bienes y servicios, así como en el desarrollo de investigación, ciencia y tecnología verde. Al final, gran parte del futuro sostenible depende de a dónde se dirija la inversión y si esta realmente sanciona a las empresas que no toman medidas para reducir su huella de carbono.