Si bien es un hecho que cada vez más empresas toman conciencia de la importancia de incorporar la responsabilidad social a su estrategia de negocio, también lo es el incremento de la demanda de los consumidores por adquirir productos más responsables y por conocer las políticas que tienen las compañías en esta materia.
En la era de las redes sociales, la transparencia de una empresa acerca de las acciones que ejerce para disminuir su impacto ambiental y social, cobra una relevancia casi tan grande como el comunicar sus políticas adecuadamente. Y es que en el mundo digital los mensajes circulan con tanta rapidez que es imposible controlar lo que los usuarios dicen de una marca, por lo que más vale que la transparencia sea total y no deje lugar a ninguna duda que pueda afectar seriamente la reputación corporativa.
La famosa tienda de animales +KOTA es un ejemplo claro de una dañada reputación corporativa popularizada a través de las redes sociales en dónde los usuarios se manifiestan contra el maltrato que sufren los animales que se encuentran en venta en cada una de las más de 100 sucursales que tiene la empresa por todo el país.
Las alianzas de la empresa con algunos albergues y organizaciones a favor de los derechos de los animales (como Narices Mojadas, Tierra de Canes, Natura Pro Animal A.C., Comité Pro Animal A.C., entre otras), programas como Un Huesito de Ayuda que busca contribuir a mejorar la vida de animales que no tienen un hogar y Adopción Más Amor, que promueve la adopción responsable son excelentes iniciativas que podrían a simple vista otorgar valor a la marca mejor posicionada en artículos para mascotas, pero ¿acaso las personas las relacionan con la empresa? Parece que no.
Y es aquí donde llegamos al grave problema de no incorporar la responsabilidad social de forma homogénea en cada una de las áreas de la empresa. Las personas que visitan las tiendas de +KOTA nunca verán sus alianzas con asociaciones a favor de los animales y seguramente jamás se enterarán de los programas de adopción con los que cuenta. ¡Qué difícil se vuelve voltear a ver las acciones positivas de la compañía a la luz de las jaulas llenas de cachorros con poco espacio y en condiciones poco higiénicas! y más importante aún, que difícil se vuelve creer en la legitimidad de los esfuerzos de una empresa al ver de forma tan cercana prácticas que carecen de responsabilidad social.
El próximo viernes 5 de Julio, usuarios de las redes sociales se manifestarán a través de twitstorm en contra de la tienda y del maltrato que sufren los animales al interior de la misma, el hashtag #CerremosMaskotaMexico servirá para reunir a las voces que exigen esfuerzos más legítimos de las empresas para integrar en sus procesos la responsabilidad corporativa.
Hasta el momento, la tienda no ha emitido ninguna declaración sobre la programada manifestación virtual ¿Será que continuarán ignorando la opinión de la comunidad?
Un hueso de ayuda es igual al lavado de dinero, Comite Pro Animal es el encargado de matar animales callejeros, y eso cualquiera lo sabe, antes de escribir un artículo, investiguen.
La nota se refiere al trato que da Mascota, no si los otros intentos de ayuda es lavado de dinero. Hay que dejarse de quejar por tonterías y ver el problema real.
Esta empresa, recibe perros que aveces ni siquiera son legítimos, son cruzas de perros callejeros que algunos»empresarios» les venden por una bicoca y este «negocio» revende al 300% más caro, engañando a la gente.
Este es un claro ejemplo de la distorsión que la Responsabilidad Social tomo hace un tiempo, y que hoy es tema de renovación del concepto. Hacer un daño y tratar de lavar el nombre de una empresa apoyando a grupos que resarcen los daños es la práctica más deshonesta. +Kota hace negocio con animales, los trata muy mal, vende especies protegidas y algunas en peligro de extinción, coloca a los animales en espacios para que toda la gente los toque sin mayor respeto, promueve las granjas o criaderos (pura tortura) y ¿ustedes creen que es un problema de no saber posicionar sus acciones de lavado de conciencia? Es una cuestión de conciencia social, que esta evolucionando y ya no es tan fácil que nos timen con supuestas «buenas obras».
Tendrán que dar un giro a una verdadera RESPONSABILIDAD SOCIAL
La «legitimidad» d los animales y sus precios no tiene importancia, animales al fin. Denunciemos!