La actividad física es esencial para tener una buena salud y condición, pero eso no es lo único para lo que sirve el ejercicio. ¡Conoce el deporte que ayuda a niños vulnerables a tener una mejor educación y mayores oportunidades!
“No importa cuán estrecho sea el camino, cuán cargada de castigos la sentencia, yo soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”.
Así termina el poema “Invictus” escrito por William Ernest Henley. Este poema es mejor conocido por aparecer en la película homónima dirigida por Clint Eastwood, la cual narra cómo Nelson Mandela y François Pienaar unificaron a Sudáfrica bajo un deporte: el rugby.
El rubgy nació en Inglaterra y es un deporte de contacto que requiere un balón y que se juega en equipos de 7, 15, 12 y hasta 22 personas, dependiendo del nivel. Aunque en México no es tan popular, sí se tiene una idea de la dinámica del juego, no obstante, se suele considerar el rugby como un deporte violento o en el que los participantes se golpean entre sí sin protección alguna.
Nada podría estar más lejos de la verdad. De hecho, el rugby destaca de entre otras actividades por el fomento de cinco valores, conocidos como DRIPS: Disciplina, Respeto, Integridad, Pasión, Solidaridad.
Son precisamente estos valores los que convierten al rugby en un deporte que ayuda a niños vulnerables en el país.
Deportes que ayudan a niños vulnerables: el rugby en México
Rugby Espíritu Gigante es una iniciativa emprendida por ex jugadores de rugby de origen francés que viven en México y que, en alianza con Fundación Gigante, se dedican a promover este deporte y sus valores en comunidades desfavorecidas de México.
En 2015 comienzan el programa con los niños del internado San Juan Bosco, ubicado en el pueblo Santa Martha Acatitla en Iztapalapa que actualmente cuenta con una selección de 20 niños que participan en torneos intercolegiales.
Decididos a dar un paso más, Rugby Espíritu Gigante replicó el programa en 2017 en el colegio Mano Amiga que se encuentra en Lerma, Estado de México en donde el programa comenzó como un curso de verano, pero rápidamente los alumnos y sus padres se interesaron y ahora es parte de las academias deportivas de la institución. También lo hizo con la Asociación PAO Down en León Guanajuato y con los Armadillos de Huixquilucan, beneficiando a aproximadamente a 120 niños y niñas mexicanos.
Sin embargo, no se trata solamente de conseguir que los pequeños jueguen, sino de proporcionarles canchas adecuadas para sus entrenamientos y partidos, así como uniformes y transporte a los torneos.
Una cena a favor del rugby
Por tercer año consecutivo, Rugby Espíritu Gigante organizó una cena-subasta en el restaurante Au Pied de Cochon del Hotel Presidente Intercontinental Polanco, logrando una importante suma de recaudación que será destinada para financiar a varios equipos de rugby de niños de escasos recursos.
“La idea no es promover un deporte. La idea es promover los valores del rugby”, dijo en la bienvenida Julien Debarle, director de Operaciones de Grupo Presidente. “Para Fundación Gigante y Grupo Presidente es muy importante involucrarse en la comunidad y regresar un poquito a México todo lo que nos ha dado”, añadió.
Durante la velada, se subastaron playeras oficiales de equipos de rugby autografiadas y cada representante de las organizaciones y escuelas beneficiadas dirigió un breve discurso a los asistentes para platicar cómo se sumaron al programa y la transformación tan positiva que han visto en los pequeños, tanto en sus calificaciones como en su comportamiento social.
Stella Lirusso, directora de Mano Amiga Lerma contó cómo uno de los estudiantes que antes molestaba a sus compañeros, ahora es el líder de una brigada antibullying en la escuela. Igualmente, habló de cómo este deporte les ha abierto la puerta a oportunidades que antes no tenían. “Eso es poderles transformar la vida y darles herramientas para que puedan crecer a través de los valores”, afirmó.
Los invitados también comentaron sobre lo fundamental que es respaldar este tipo de causas en el país. Uno de ellos fue Luis Sainz de Société Générale, un banco francés con operaciones en México que apoya a uno de los equipos de rugby. “Para cualquier tipo de niños en todos los países, en todos los estratos sociales, el rugby representa valores que son fundamentales para la vida de todos los días”, declaró.
Respecto al futuro de Rugby Espíritu Gigante, iniciativa con la que colaboran, Sainz mencionó que la meta es “asociarlo en un movimiento mucho más amplio basado en la sociedad y dar un ejemplo a las autoridades para que se den cuenta que el rugby sí aporta valores, prosperidad y sueños”.
La doctora María de Lourdes Laurrabaquio fue una de los asistentes que participó en la subasta. “Estoy feliz de estar aquí” dijo. “Me gustó mucho la forma en que los motivan a salir adelante y básicamente el hecho de que enseñan valores como la no agresión”. La doctora además señaló que el rugby es una excelente actividad para los niños porque es “saludable para su cuerpo, su mente y su crecimiento”.
Al final de la noche, se logró recaudar un millón de pesos para que los pequeños sigan jugando y mejorando su vida con el rugby, superando así las expectativas de Fundación Gigante y sus aliados.
Si Mandela consiguió que los Springboks fueran vistos como un símbolo de unión sudafricana, el rugby sin duda puede ser el deporte que ayuda a los niños vulnerables en México y los anima a superarse día con día.