El exceso de residuos tóxicos alojados en los diferentes ecosistemas alrededor del mundo, han ocasionado que se incremente la emisión de dióxido de carbono de varios países. Sin embargo, no es la única consecuencia puesto que también existe depresión y riesgo de suicidio por el cambio climático.
¿Depresión y riesgo de suicidio por el cambio climático?
El cambio climático no solo afecta nuestro medioambiente y aumenta la temperatura del planeta, éste también está teniendo un impacto sobre la salud mental, según advirtió un grupo de expertos de Estados Unidos.
Asimismo, según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), solo tenemos 12 años para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 grados centígrados y evitar los efectos más catastróficos de este cambio.
Si esta temperatura aumenta, corremos el riesgo de contraer enfermedades e incluso morir.
Por ello, varios países han firmado la Agenda 2030 y acordar acuerdos para esa fecha para realizar varias actividades en pro del medioambiente y de esta manera disminuir o mantener la temperatura de la Tierra por debajo de los 2ºC.
En caso de no lograr dicho objetivo, la humanidad podría ser testigo de la extinción de los arrecifes de coral y cientos de millones de personas se verían expuestas al aumento del nivel del mar y a eventos climáticos más extremos, entre otras amenazas.
El cambio climático no solo afecta nuestro medioambiente y aumenta la temperatura del planeta, éste también está teniendo un impacto sobre la salud mental.
El estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, también ofreció evidencia sobre el impacto negativo en la salud mental de los cambios en el clima.
Sin embargo, la depresión y riesgo de suicidio por el cambio climático ya se había demostrado antes, puesto que las temperaturas altas pueden alterar los patrones de sueño, empeorar los estados de ánimo y aumentar el riesgo de suicidio.
El experto, Nick Obradovich, autor principal del estudio y científico investigador en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, quiso comprobar si las temperaturas extremas también podían causar problemas de salud mental como el estrés, la depresión o la ansiedad.
Según ellos, se analizaron datos sobre la salud mental de unos dos millones de personas en Estados Unidos, recopilados por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades entre 2002 y 2012.
El equipo comparó los datos de salud mental con los registros meteorológicos durante el mismo período para analizar si había una relación entre los fenómenos meteorológicos extremos y la salud mental de los participantes.
De acuerdo con Obradovich, “podría describirse como la encuesta de monitoreo de salud pública más grande del mundo”.
“Recopilamos datos de unos dos millones de personas durante una década”.
Cabe mencionar que el equipo de investigación analizó los datos de tres maneras.
Primero, observaron las temperaturas y las precipitaciones durante un período de 30 días y las compararon con la salud mental de los encuestados en ese mismo periodo.
“Las temperaturas más altas y las mayores tasas de precipitación coinciden con los periodos de peor salud mental“, dijo Obradovich.
El equipo de investigadores analizó los informes meteorológicos y de salud mental durante cinco años en distintas ciudades, y descubrieron que una subida de las temperaturas de 1 grado estaba relacionado con un 2% de aumento de problemas de salud mental.
Por si fuera poco, los investigadores analizaron los informes de salud mental de las personas que fueron afectadas por el huracán Katrina y además los comparó con los informes de personas de personas en ciudades similares que no habían sido afectados por el huracán.
Las personas afectadas por Katrina tenían un 4% más de probabilidades de sufrir problemas mentales.