En la mayoría de las calles de México podemos ver que existen niños menores que están vendiendo dulces, comida o algún artículo en especial.
En nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece que un menor de edad no puede trabajar en ningún campo laboral, ¿entonces?
En México existe vulnerabilidad en los derechos de la niñez y adolescencia. La inadecuada cobertura de sus necesidades de subsistir ante los insuficientes ingresos que tienen los padres y tutores como consecuencia de la desigualdad y pobreza en la que viven.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) la vigencia y la efectividad de los derechos de los niños no está muy lejos de ser una realidad en nuestro país.
Con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, la Comisión alertó sobre el trabajo de los más pequeños, pues esto vulnera los derechos humanos y los expone a ser víctimas de explotación, esclavitud y trata de personas.
De acuerdo con datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015 había en el país 2 millones 475 mil 989 niños, niñas y adolescentes de cinco a 17 años que realizaban alguna actividad económica, y 2 millones 217 mil 648 en ‘‘ocupaciones no permitidas’’, consideradas así porque ponen en riesgo su salud, afectan su desarrollo o bien se llevan a cabo por debajo de la edad mínima permitida para trabajar, de acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT). De esta cifra global, 27 por ciento son niñas y 73 por ciento niños.
Por otro lado, 915 mil 309 menores no asisten a la escuela por estar trabajando (36.9 por ciento).
Las entidades federativas con mayor población que trabajan son el Estado de México con 286 mil 153 (11.55 por ciento); Jalisco, 220 mil 116 (8.89 por ciento), y Puebla, 208 mil 450 (8.41 por ciento).
Menores trabajando
Algunos menores trabajan para pagar su escuela y/o sus propios gastos, porque el hogar necesita de su trabajo, por gusto o sólo por ayudar en su casa y a su familia.
Datos de la Jornada afirman que el 42% no recibe un ingreso, el 28.8% recibe un salario mínimo y el 7.5% perciben ingresos mayores a dos salarios mínimos.
Estos menores trabajan principalmente en actividades agrícolas, ganaderas, forestales, mineras, trabajo de construcción o comerciantes.
Es por eso que la CNDH destaca que la atención que deben brindar los tres poderes, debe ser integral, especialmente con aquellos niños que se exponen en ambientes peligrosos, a la esclavitud u algunas otras formas de trabajo forzado.
Ante el panorama, el director general de la Organización Internacional del trabajo (OIT), Guy Ryder, instó a proteger a los niños respecto del trabajo infantil y ante conflictos políticos o catástrofes y subrayó que nte estas situaciones los infantes son vulnerables, pues con frecuencia se destruyen hogares, escuelas, medios de subsistencia, y se quiebran los sistemas de protección familiar y social, lo cual aumenta los riesgos vinculados al trabajo infantil y al tráfico de personas.
