‘Los radicalismos no son buenos en ninguna faceta de la vida’
El líder del PP, Mariano Rajoy, asegura ahora que antes de derogar la ley del matrimonio homosexual esperararía a ver qué decide el Tribunal Constitucional y escuchar lo que opina la gente sobre la eliminación de la ley que otorga a las parejas del mismo sexo el derecho a casarse.
Hace un mes escaso, la postura del líder popular al respecto era menos clara, en una entrevista en el diario ‘El País’, Rajoy evitaba comprometerse a respetar la ley de matrimonio homosexual incluso en el caso de que la avalara el Tribunal Constitucional.
Sus palabras desataron una encendida polémica en el colectivo homosexual, y algunas asociaciones tacharon de ‘cavernícola’ al presidente del PP por su postura ante una posible derogación de la ley.
Rajoy también se ha manifestado este lunes, en una entrevista en Intereconomía, a favor de mantener zonas para fumadores en lugares públicos, algo que ha propugnado su partido durante la tramitación de la llamada ley antitabaco, pues, como ha recalcado, «los radicalismos no son buenos en ninguna faceta de la vida» y en cada tarea que aborde un Gobierno se ha de respetar también a las minorías.
No ha ahondado en si recuperaría el Plan Hidrológico Nacional, derogado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero al poco de alcanzar el poder en 2004, pero sí ha abogado por endurecer las penas recogidas en la Ley del Menor.
Con todo, siempre en el caso de que venza en las próximas elecciones generales, Rajoy ha detallado que en primer lugar establecería un techo de gasto y otro de endeudamiento a las administraciones central, autonómica y local; reformaría la negociación colectiva para hacerla más flexible y promovería cambios de gestión de las televisiones públicas regionales, incluyendo la opción de la privatización.
Asimismo, fomentaría una Justicia ágil y una reforma fiscal que favorezca a los emprendedores, así como cambios en la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
El líder de los populares ha abordado otras cuestiones, como el ‘caso Faisán’, cuya «verdad», ha dicho, terminará conociendo la gente, entre otras cosas porque su partido no cejará en el empeño de reclamar saber qué ocurrió con el supuesto chivatazo.
Pero ha puesto énfasis en remarcar, respecto de los rumores que apuntan a un final inminente de ETA, que lo único que importa es que se disuelva, sin «expectativas» de ninguna otra clase. «No estamos ya para bromas», ha apostillado.
Abstención en la aprobación del estado de alarma
Rajoy ha explicado por qué el grupo del PP se abstuvo en la votación del Congreso para autorizar la prórroga hasta el 15 de enero del estado de alarma, que el Gobierno decretó para superar el caos aéreo que provocaron los controladores con su huelga encubierta.
A su juicio, el PP se decantó por la abstención porque primó la defensa del derecho de los ciudadanos a viajar libremente, pero ello no le ha impedido reiterar las críticas al Gobierno por su gestión.
Ha sentenciado que el trabajo del Ejecutivo en la negociación del nuevo convenio de los controladores terminó en una situación «entre lo malo y lo peor».
Rajoy, además, ha pedido a la Justicia que emplee la «misma vara de medir» con políticos incursos en instrucciones judiciales, sean del partido que sean. Y sobre un posible sucesor de Zapatero, ha sido lacónico: «No lo sé y tampoco me preocupa demasiado».
Fuente: El Mundo.es
Publicada: 21 de Diciembre 2010