Cumplir los desafíos de TikTok se ha convertido en una de las actividades más importantes de esta plataforma que en pocos años ha logrado posicionarse como una de las favoritas —al menos eso comprueba el billón de usuarios activos que tiene por mes—. Sin embargo, el riesgo que implican estos retos, y la poca respuesta que ha tenido la red para supervisarlos, ya es un problema que cuenta con víctimas mortales.
Y es que mucha de la experiencia en TikTok se sustenta en la relación entre contenidos, es decir, entre lo que las personas publican, pues en su mayoría estas pasan cerca de 19 horas al mes mirando sus llamados reels. Asimismo, el 68% de la interacción se da al ver un video de otra persona, por lo que, con esta forma de generar comunidad, no es sorpresivo que replicar acciones sea una acción tan popular.
Pero lejos de simular un paso o seguir una rutina de skincare, hay algunos tiktoks que incitan a recrear circunstancias peligrosas, nocivas y violentas, que muchas veces son ejecutadas por niñas, niños y jóvenes con resultados trágicos. ¿Qué tan seguro es TikTok? Es una pregunta que no ha tenido una respuesta favorable para muchas madres y padres. ¡Te contamos más sobre ello!
De los Challenges a TikTok
Desde que las redes sociales se instauraron como una forma de conectividad masiva, dándole paso a la digitalización de las interacciones cotidianas, entonces, relacionarse con otras personas con afinidades en común resultó más sencillo e inmediato. Esto ocasionó la viralización, entendida como la transmisión exponencial de cierto contenido visual por canales online, donde los challenges cobraron importancia.
Estos últimos se hicieron populares en Facebook, en la que famosos y otros usuarios cumplían con retos, algunos para ayudar a causas sociales y otros simplemente por moda. Entre los más recordados está el Ice Bucket Challenge, en el cual los participantes se grababan mientras se tiraban encima una cubeta de agua helada. A este se unieron personalidades como Oprah Winfrey, Bill Gates, Robert Downey Jr, Kim Kardashian, Taylor Swift o Justin Timberlake.
Con el tiempo, las redes fueron incrementando su innovaciones, es así que nace TikTok, una plataforma de origen chino, cuyo atractivo es la realización de videos cortos, que tuvo un crecimiento increíble tras la pandemia, amenazando el liderazgo de Facebook, Instagram y YouTube, debido a que captó la atención de usuarios más jóvenes.
De esta manera comenzaron a tomar fuerza los desafíos en TikTok, videos en los que usuarios aparecen realizando ciertas acciones y en los que retan a otros a hacer lo mismo. Y, aunque esto pareciera ser un práctica común en la plataforma y en las redes, se ha vuelto una problemática severa, que ha llevado a la compañía a ser demandada.
#BlackoutChallenge, uno de los mortales desafíos de TikTok
En julio del 2022, Arrianni Arroyo una pequeña de 9 años llevó a cabo el Blackout Challenge, uno de los desafíos de TikTok más polémicos, en el que quienes decidan recrearlo deben apretar su cuello con un cinturón o algún otro objeto hasta perder el conocimiento. Sin embargo, para Arroyo, esto significó la muerte.
Antes de Arroyo, otra niña, Nylah Anderson, de 10 años, también tuvo el mismo destino por intentar este reto. Las familias de ambas decidieron demandar a TikTok por homicidio, debido a que señalan que el algoritmo les recomendó este contenido a sus hijas, lo que de alguna forma las incitó a cometer este acto que terminó con sus vidas.
Incluso, en la demanda de Anderson, se afirma que ella solo fue una más de las muchas muertes que ha provocado el Blackout Challenge. Si bien no existen datos concretos de cuántos adolescentes y niños han muerto por esto, sí se tuvo conocimiento de una ola de decesos relacionados con la actividad en TikTok, lo que causó que la plataforma anulara el hashtag de este reto.
Pero, desde desafíos de TikTok como este, hasta algunos más locales, como el que se presentó entre jóvenes veracruzanos que instauraron un reel en el que mostraban cuánto tiempo podían estar despiertos después de consumir clonazepam, un conocido ansiolítico, resultando 7 jóvenes intoxicados por ello.
Pese a que, en el último caso, las autoridades advirtieron sobre este reto, la cifra de afectados aclara cuánto poder puede tener una invitación a hacer alguno de los desafíos de TikTok, por lo que se cuestiona cuál es su postura como empresa.
¿RSE de TikTok?
Ante las acusaciones, la atención se ha fijado hacia lo que TikTok hace para garantizar la seguridad de sus usuarios. En este sentido, la empresa ya ha tenido algunas controversias en cuanto a cómo gestiona la seguridad, puesto que una moderadora, es decir, parte de su personal dedicada a la filtración y evaluación de videos, tomó acción legal debido a que aseguró que el trabajo le había provocado problemas mentales.
Lo anterior debido tanto al exceso de material a calificar como el contenido del mismo, ya que resaltó que había estado expuesta de forma regular a pornografía infantil, violaciones, decapitaciones y mutilación de animales. Con un gran volumen de contenido, pues según la demandante se tienen que evaluar de 3 a 10 reels al mismo tiempo, en solo 25 segundos por cada uno, es poco probable que haya un cuidado perfecto de los desafíos de TikTok y sus temáticas.
¿Y la RSI parental?
Como se puede analizar, los puntos negativos de la plataforma en cuanto al descuido de lo que sucede en ella es evidente e irrefutable, aunque en el caso de menores, sí cuenta con advertencias de uso, ya que establece en sus bases que ningún menor de 16 años puede integrarse como usuario. Asimismo, frente a la gran audiencia que tiene de edades jóvenes, ha implementado herramientas para que los padres y madres vigilen lo que sus hijos visualizan.
Para ello, creó una guía e invita a leer las Normas de la Comunidad, con el objetivo de generar un «diálogo continuo sobre la seguridad en el mundo digital», aun cuando esta herramienta y el algoritmo son perfectibles, los tutores tienen un papel fundamental en prevenir hechos como los que se presentan en los desafíos de TikTok.
Hasta la UNICEF ha alertado sobre esto y recomendando que los padres presten atención a la actividad que tengan sus hijos en redes. Así, el problema toma una extensión muy compleja, en la que la responsabilidad social individual y la empresarial tienen mucho camino por recorrer.