La agricultura es uno de los principales contribuyentes al calentamiento global y representa casi una cuarta parte de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI); sin embargo, el sector también se ve afectado por el cambio climático, que impacta directamente el rendimiento de los cultivos, disminuye la productividad y por ende las ganancias de quienes trabajan el campo.
Este círculo interminable necesita soluciones, innovación y tecnología para entrar a una nueva era en la que la agricultura sea productiva y el medio ambiente esté protegido. La buena noticia es que la agricultura puede ser también parte de la solución. El sector puede tener un efecto positivo al devolver el carbono al suelo, ya que las plantas tienen la capacidad de absorber dióxido de carbono del aire y almacenarlo en el suelo a través de sus raíces. Esto significa que los agricultores de todo el mundo y los millones de tierras de cultivo que administran están en una excelente posición para ayudar a revertir la tendencia climática actual.
En este sentido, Bayer ha adoptado compromisos concretos, alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y al Acuerdo Climático de París, para ayudar a reducir las GEI a través de dos frentes: el interno, que busca alcanzar para 2030 la neutralidad climática en sus centros de operación y reducir las emisiones a lo largo de toda la cadena de valor; y el externo, con el que se intenta reducir en un 30 % los de gases de efecto invernadero en la producción de cultivos para el 2030.
La compañía desarrolla y promueve un acompañamiento con los agricultores, les brinda acceso a soluciones innovadoras personalizadas, a nueva tecnología, así como a buenas prácticas agrícolas para incrementar la sostenibilidad ambiental, entre las que se encuentran el uso de drones y plataformas de monitoreo. Estas herramientas permiten a los productores una mejor gestión de los recursos, así como recibir alertas para realizar tratamientos preventivos para la protección de cultivos con mayor precisión.
Impulsar la descarbonización de la agricultura
Hacer nuestro sistema alimentario más justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, es posible a través de la descarbonización de la agricultura y el incremento en inversiones, conocimientos e innovaciones para que los sistemas agroalimentarios migren a esquemas más resilientes, productivos y eficientes.
Agricultores, empresas, proveedores y consumidores deben trabajar de manera conjunta para cambiar las prácticas actuales e identificar las políticas de descarbonización de cada gobierno, con el único objetivo de construir ventajas sociales que puedan garantizar la seguridad alimentaria, impulsar la capacidad productiva del campo y reducir la huella de carbono.
Para la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector agrícola es una causa y, al mismo tiempo, una víctima del cambio climático, por lo que debe formar parte de la solución al problema del clima. Para ello, propone algunas líneas de acción que se pueden llevar a cabo en todo el ecosistema alimentario para acelerar la transición hacia sistemas más sostenibles y verdes, entre las que destacan:
- Centrarse estratégicamente en la neutralidad del carbono: donde gobierno e iniciativa privada, puedan marcar pautas mediante políticas, estrategias y hojas de ruta. Asimismo, brindar incentivos para la adopción de tecnologías con bajas emisiones de carbono y respaldar el desarrollo de mercados del carbono transparentes y eficientes.
- Mejorar y normalizar los instrumentos y métodos: Se vuelve indispensable contar con instrumentos y métodos sólidos que puedan conducir a un mayor desarrollo de mercados de carbono y crear más oportunidades de financiación ecológica.
- Apoyar directamente a las empresas y los agricultores en su intento de descarbonización: Los incentivos y la financiación en condiciones favorables, pueden ayudar al sector privado a reducir costos, riesgos y garantizar la viabilidad de la cadena de suministro a largo plazo.
- Educar e informar sobre la neutralidad del carbono: el intercambio de conocimientos en todos los niveles es primordial para promover el desarrollo de cadenas de valor con bajas emisiones de carbono.
Como líder en los campos de la nutrición y la salud, Bayer está comprometido con esta perspectiva y está en una posición privilegiada que la habilita a jugar un rol clave como generador de cambio y soluciones para alcanzar los objetivos de reducción de hambre y, al mismo tiempo, alcanzar la neutralidad en carbono.
Ejemplo de ello es la alianza que la empresa realizó a nivel Latinoamérica, con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el programa Suelos Vivos de las Américas, que impulsa el intercambio de conocimientos agronómicos y científicos, estrategias de gestión avanzada, cooperación técnica y la ampliación de programas de capacitación para los productores de maíz en Chiapas.
Igualmente, en julio de 2020, lanzó la iniciativa Carbono Bayer para ayudar a los agricultores a incorporar prácticas climáticamente inteligentes en su modelo comercial, en la cual se han unido más de 2600 productores de 10 países diferentes de América y Europa.