¿Por qué leer esta nota?
La construcción del mundo que queremos, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, depende del esfuerzo conjunto de todos los actores sociales. Desafortunadamente a menudo la desconfianza entre dichos actores no permite una colaboración activa. Este puede ser al caso de las empresas y las organizaciones de la sociedad civil.
El tema es abordado en este contenido publicado por El País, donde Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción, y Carlos Sallé, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola debaten sobre el tema en un Facebook Live.
Reproducimos a continuación.
¿Por qué hay desconfianza entre ONG y empresas a la hora de aliarse para objetivos comunes?
Planeta Futuro
Lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, 17 retos consensuados por las Naciones Unidas a abordar hasta 2030 para construir un mundo más justo y mejor, es una tarea que no recae solo en la cooperación y que requiere el esfuerzo de todos. El sector privado puede desarrollar un papel central en esta misión. Sin embargo, aún existe cierta desconfianza entre ONG y empresas a la hora de aliarse para conseguir metas comunes. Este jueves, hemos preguntado el porqué a Carlos Sallé, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de Iberdrola, y Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción, en un Facebook Live organizado por Planeta Futuro.
Para superar este obstáculo, sostiene Sallé, hay que buscar mecanismos para facilitar las relaciones personales entre los trabajadores que dan vida a ONG, empresas o administraciones. “Hay tendencia a demonizar el otro porque no le conocemos. Se necesita tiempo para alcanzar la credibilidad mutua y desarrollar empatía. Tenemos objetivos comunes en muchos casos, solo hay que buscar puntos de encuentro en lo personal”.
Mudarra opina que esta desconfianza tiende a remitir, gracias a nuevos espacios de diálogo entre ambos colectivos que están apareciendo. “Hemos tenido posiblemente en pasado un punto de partida demasiado alejado, sin una agenda de confluencia en la cual podernos sentar como personas a discutir de qué manera podemos aportar de cada parte para solucionar este problema”, explica. “El sector empresarial siempre ha visto a la cooperación como algo que no afectaba a su actividad, algo complementario, pero la agenda actual nos trae a discutir de las mismas cosas. Tenemos que explotar esta nueva situación para poder romper los clichés del pasado”.
