Los científicos de la Oficina de Investigación Científica de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos han conseguido un combustible que no solo es más seguro, sino también más ecológico que los existentes. Además es muy fácil de transportar.
Durante muchos años se ha empleado hidrazina como combustible para cohetes. Es una sustancia química que se caracteriza por su alto grado de toxicidad y su dificultad para el transporte debido a su inflamabilidad. Después de años de investigación los científicos estadounidenses han conseguido un nuevo combustible.
La nueva sustancia es un tipo de líquido iónico, una sal constituida por iones que en condiciones ambientales se encuentra en estado líquido. Sus moléculas tienen una carga positiva o negativa que los junta más estrechamente, lo que hace al combustible más estable.
Antes los iones líquidos no producían mucha cantidad de energía pero los científicos creían que tenían potencial como combustible. Sin embargo, hasta ahora la investigación de la Universidad de Lehigh, que empezó en 1970, no había dado resultados concretos. El combustible tiene todas las propiedades deseables de los líquidos iónicos: es menos inflamable y más respetuoso con el medio ambiente. Emite gases inocuos como vapor, hidrógeno y dióxido de carbono.
El combustible ecológico es difícil de prender. Cuando se inflama, arde produciendo temperaturas más altas que los análogos previos. «Ahora necesitamos mejores materiales para motores que puedan manejar las temperaturas que se generan», afirmó Michael Berman, director del programa de la Oficina de la Fuerza Aérea en Arlington, Virginia.
Fuente: Actualidad