A pesar de que ha sido una recomendación constante de organismos internacionales y es parte de su agenda durante la presidencia del G20, el Gobierno mexicano ha descartado la implementación de impuestos «verdes».
Este tipo de gravámenes, cuyo objetivo es promover el desarrollo económico sustentable y limitar el uso de combustibles fósiles y otros contaminantes, forman parte de la agenda exterior mexicana, pero dentro del País su implementación ha fallado, consideró Juan Carrillo, especialista en políticas públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Uno factor del atraso se debe al enfoque del esquema fiscal actual que se concentra en gravar la generación de la riqueza por medio del Impuesto Sobre la Renta, opinó.
Carrillo apuntó que los impuestos «verdes», más que tener un enfoque recaudatorio, buscan modificar la conducta de personas y empresas.
La práctica actual dista mucho de esa alternativa.
De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2007, México ocupaba el antepenúltimo lugar en ingresos de impuestos enfocados a la protección ambiental, como porcentaje del total, con apenas 1.3 por ciento.
Pese a los resultados, México puso el tema en su agenda para la próxima reunión del G20 entre los cinco pilares principales.
La OCDE recomienda la implementación de impuestos pero el Gobierno federal ha descartado, por lo menos para este año, la introducción de alguna de estas medidas.
«Nuestro marco tributario está ya definido y ahí sí no tenemos planes para modificarlo», señaló José Antonio Meade, Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), respecto de la posibilidad de introducir impuestos «verdes» este año.
Fuente: Reforma.com
Por: Gonzalo Soto.
Publicada: 17 de enero de 2012.