Hace unos meses, la empresa Bonafont lanzó su campaña «Deshidratadas anónimas«, la cual se basa en dos estudios que encontraron una correlación entre el mal humor y la deshidratación. La campaña cuenta con dibujos hechos por el famoso monero Trino y ha sido un éxito entre los consumidores. Entonces, ¿cuál es el problema?
Primero que nada, la campaña exagera los descubrimientos de los dos estudios citados. Uno, realizado entre mujeres sanas jóvenes descubrió que: «Entre los primeros y más importantes efectos de la deshidratación se encuentran la somnolencia y la fatiga, bajos niveles de vigor/actividad y estado de alerta, y mayor confusión. Posteriormente, hubo evidencia de incapacidad para lograr la calma y sentirse feliz». El otro se realizó en hombres y mujeres y concluyó que «Tanto en hombres como en mujeres, la deshidratación leve tiene un efecto adverso en su estado de ánimo y en la capacidad de concentración».
Usando esto como pretexto, la empresa generó una campaña que perpetúa estereotipos sobre la mujer, tanto en las caricaturas de Trino incluidas en botellas, internet y anuncios espectaculares como en los vídeos promocionales. Todos los materiales presentan a mujeres en estados de «histeria» que poco tienen qué ver con los resultados de los estudios sino que se basan más en una apreciación cultural de las mujeres como «histéricas» o «dramáticas».
Puede resultar desconcertante que, si uno de los estudios incluye también a hombres, Bonafont decidiera centrarse en los efectos en mujeres. Sin embargo, cuando lo pensamos un poco, claro que es más fácil generar una campaña que se burle de los atributos negativos que ya culturalmente se le atribuyen a mujeres, deshidratadas o no.
A pesar de que la deshidratación pueda causar fatiga o dolores de cabeza, todos los seres humanos somos capaces del autocontrol, y las reacciones violentas o exageradas que demuestran las «Deshidratadas anónimas» parecen deberse más a una falta de educación y autocontrol que a falta de agua.
Lo que es más, Bonafont continúa dándole salida a esta percepción acerca de las mujeres en sus redes sociales, promoviendo y retuiteando mensajes donde un novio habla de darle un agua Bonafont a su novia «para que no se me estrese». Así que, aquí promovemos una idea novedosa: tal vez las mujeres de las caricaturas de Trino no son histéricas ni dramáticas, sino que los hombres que aparecen haciéndoles compañía son los causantes de su mal humor.
Pues ya aquí con mi novia al lado, ya le di su agua bonafont para que no se me estrese. @BonafontMexico
— Danny Cortés (@elpelusadiez) November 13, 2013
Y cuál es la conclusión de la nota y la campaña? El tip último de los hombres?
No veo la novedad o la alarma. Todas las campañas de Bonafont son sexistas y aparte mal informadas, su nicho de mercado son las mujeres jóvenes de ámbitos urbanos; además de eso están sesgadas, la amyor arte del tiempo aparecen como sus consumidoras típicas mujeres delgadas, de piel clara, rubias, emprendedoras, jóvenes, de clase pudiente (no están en sus centros de trabajo o si lo están no es en una maquiladora) algo totalmente irreal para describir a la consumidora típica real. Así que aparte de sexista y falsa (mucha gente llega a creer que adelgaza tomando mucha agua), es clasista, racista, y en general discriminatoria (he visto mujeres indígenas con sus botellas de Bonafont en la calle, hasta las venden, creo que se verían bien en sus comerciales, pues si les importa que se vean guapas, algunas lo son y mucho, obviamente no todas las rubias son muy guapas).
[…] con su campaña “Deshidratadas anónimas”, Bonafont se aleja de las caricaturas de Trino para presentar a mujeres de carne y hueso que por no tomar agua “arruinan” el futbol […]