Los 13 días que duró la contingencia, los micronegocios de la Ciudad de México, en su mayoría familiares, tuvieron que despedir a uno de cada seis empleados de forma temporal, lo que significa unos 100 mil empleos menos en el sector.
El presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), José Caudillo Herrera, señaló que además el riesgo de «bajar definitivamente las cortinas» se incremento en casi 60 por ciento, cuando a principios de año la expectativa era de 30 por ciento.
Asimismo, dijo que registraron en las ventas caídas de 30 por ciento en promedio, aunque en algunos servicios como turismo y entretenimiento fue de 90 a 100 por ciento; mientras que las pérdidas alcanzaron 500 millones de pesos.
Caudillo Herrera declaró que no sorprende el hecho de que el gobierno reconozca que el país está en recesión. Lo malo, dijo, sería que incrementen o haya más impuestos, ya que las Pequeñas Empresas están en una situación de sobrevivencia.
En cuanto a los incentivos fiscales y económicos anunciados por la Secretaría de Hacienda esta semana, afirmó que esos apoyos benefician a las Medianas y Grandes Empresas, no a los micronegocios.
Comentó que el sector requiere financiamiento real y accesible a los pequeños negocios con adeudos.
«Es necesario romper con los esquemas burocráticos de la ventanilla única o de los que se otorgan a través de los mecanismos de control».
De igual forma, señaló que los programas de apoyo al micro y pequeño empresario deben prever «la cancelación de inspecciones de acoso que buscan la mordida».
El presidente de la Canacope también propuso que los programas de emergencia sanitaria promovidos por el gobierno del Distrito Federal inicien inhibiendo el comercio informal, «pues estos negocios en su inmensa mayoría son puntos con mayor índice de contaminación y falta de higiene».